domingo, 28 de abril de 2019

· ZENAIDA ZAMORA ·


En Venezuela al igual que en toda Latinoamérica abunda el realismo mágico; es fácil toparse a lo largo y ancho de nuestro país con espiritistas, curanderos, yerbateros, chamanes, nigromantes, brujos, brujas, lectores de cartas del tarot, personas que a través del tabaco entran en trance y los espíritus de Alta Luz hablan a través de ellas: en realidad, hay para todos los gustos y preferencias. Estos adivinadores son visitados por una variada clientela, donde usted puede ver mujeres engañadas por sus maridos, hombres que desean saber si sus amantes les ponen los cuernos, políticos (del gobierno y de la oposición), militares, empresarios, celosos patológicos, religiosos, comerciantes, especuladores, policías que quieren evitar ser heridos o muertos, familiares de presos quienes desean que estos salgan de la prisión… en síntesis, toda una variedad de gente a quienes les urge conocer su destino o superar un trance difícil que los mortifica.
Entrevisté el 15-04-2019 a don Chucho, y él me contó la siguiente experiencia de cuando visitó una poderosa vidente. “Profesor Muñoz: un poco antes de ser operado del túnel carpiano -cuyo objetivo era mitigar los fuertes dolores que me aquejaban en las muñecas- una conocida, quien sabe muy poco de mi vida, de nombre Celina, me expresó que una chamana, amiga de ella, quizás me podría ayudar en mis problemas de salud. Esta señora, de nombre Zenaida Josefina Zamora de León tiene 5 hijos: Jesús, Edward, Juan, Jonathan y Lucy; nació el 13-02-1970 en Barcelona, no cobraba mayor cosa y que en su casa iba a presenciar algo jamás visto. Impulsado por la necesidad de ponerle fin a los dolores que me aquejaban de día y de noche, ya que por mi gastritis crónica erosiva no podía tomar analgésicos, accedí a ir con ella hasta la casa de la espiritista, quien vive en un lugar llamado Brisas del Sur, en Cruz Verde”.
La iluminada tabaquera comenzó a fumar el tabaco y con los ojos abiertos entró en profundo trance, y me dijo: ‘Hermano, usted tiene más luces que yo; sus protectores el Nazareno de San Pablo, San Celestino, la Guadalupana, la Virgen del Valle, la Virgen de Las Mercedes, la Virgen de la Caridad del Cobre, San José, la Santa Cruz de Mayo, el Dr. José Gregorio Hernández, el Cacique Guaicaipuro, el Cacique Manaure, el Cacique Mara, el Cacique Naiguatá, el Cacique Tamanaco, doña Francisca Duarte, la Corte Libertadora, María Lionza, el Negro Felipe, Santo Pesado, don Toribio “El Montañés”, el Ánima del Pica Pica, las Ánimas de Guasare, Clementina Pereira, Changó Santa Bárbara y Yemellá no me autorizan para consultarlo; tiene usted que invocarlos para que me den el permiso necesario”.
“Impresionado por el hecho que esta hermana espiritista descubrió uno de mis secretos, accedí a hacer lo que me decía; y comenzaron a bajar los espíritus de Alta Luz en tropel. Y uno, identificado como “Sicólogo” me reconoció y me saludó: ‘Don Chucho, hacía tiempo que no sabía de ti; tuve noticias que sufriste un aparatoso accidente de tránsito, que ya se van a cumplir 2 años de ese suceso donde te fracturaste varios huesos; que no te hiciste un desencarnado porque el Todopoderoso tiene un propósito para contigo; los hijos de Ismael (los musulmanes) y los de Abraham (judíos y cristianos) a pesar de ser enemigos entre ellos, te han ayudado. Tú vives en el municipio Los Taques; pero tus hijos están en otro pueblo de Falcón, en una casa por cuyo frente todos los años pasa una procesión de madrugada’.
De pronto se fue esta entidad y se incorporó el espíritu de don Nicanor Ochoa -quien cura y mata en 24 horas y es poderoso curandero chamarrero: ‘Catire, yo te conozco, yo visitaba tu portal donde se manifestaban todas las cortes espirituales; seis veces catire te operaron, y todavía hay que volverte a operar, porque unas placas se pegaron a los huesos de tus manos; tendrás que viajar fuera de aquí, allende el mar, a hermosa isla, donde son famosísimos arreglando huesos y echando bisturí”.
“El espíritu me describió y me dio el nombre y apellido de la persona que me hizo el supuesto maleficio; quizás esto fue lo que más me impresionó, ya que no me esperaba tales detalles. Ni corto ni perezoso le pregunté, si el Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros culminaría su periodo presidencial y me respondió: ‘Este Mandatario va a estar hasta el 2025 mandado; pero debe para este Primero de Mayo subir los sueldos suficiente para que alcance, ya que el alza de los precios tiene molesto al pueblo; y sus oponentes tendrán que tener paciencia porque hagan lo que hagan, digan lo que digan no podrán con él, y por el bien del país lo mejor que pueden hacer es desempeñar a cabalidad el rol de opositores. El Presidente rubio de la nación del norte, no invadirá a Venezuela, ni tampoco lo harán sus aliados, al final todo terminará en negociaciones y acuerdos. Los venezolanos deben todos buscar el diálogo y la paz”.
 “Señora Zenaida cuénteme una anécdota o hecho extraño que le haya ocurrido”.
“Resulta don Chucho, que en una oportunidad hace unos años, vino una señora a consultar y se me incorporó el ánima de su difunto esposo, quien reveló situaciones de su vida, nombró a todos sus hijos, y le advirtió que debía mudarse de Cruz Verde porque a uno de ellos le iban a disparar y pasaría días grave en el hospital y moriría, y además le puso fecha al acontecimiento; ella llegó a su casa y se lo contó a sus familiares, el hijo a quien mencionó el espíritu del difunto, escuchó a su madre; pero lo que hizo fue burlarse de ella. Pasaron los meses y en la madrugada del lunes 05 de mayo del 2014 al muchacho lo mataron. Profesor yo no milito en ningún partido político, más aún, no he votado nunca, pero créame por medio de mi boca los espíritus también anunciaron que Maduro el 20-05-2018 iba a ganar las elecciones”.

viernes, 12 de abril de 2019

A 52 AÑOS DE LA MUERTE DEL TENIENTE NICOLÁS HURTADO BARRIOS



El 23-03-2019, excombatientes de la FALN de la década de 1960, enviaron a mi correo un escrito sobre el Teniente Nicolás Hurtado Barrios; lo transcribo tal como lo recibí, pero como prolegómeno doy los siguientes datos: nació el 06-11-1934 en Calabozo, Guárico, en el seno de una distinguida familia calaboceña. Participó el 20-04-1960 en el alzamiento del General Jesús María Castro León, junto con el Teniente Coronel Juan de Dios Moncada Vidal, el Mayor Manuel Azuaje y otros oficiales contra el Gobierno de Rómulo Betancourt; a causa de este alzamiento pasó 7 años preso en diferentes cárceles del país.
Este insigne guariqueño se graduó de Subteniente en 1952, en la Promoción General Juan Bautista Arismendi de la Academia Militar de Venezuela. Obtuvo el grado de Teniente en 1955. El teniente Nicolás Hurtado Barrios salió de la cárcel en 1964, viajó a Europa, realizó estudios políticos y militares en China y Vietnam. Al regresar a Venezuela se incorpora al glorioso Frente Guerrillero José Leonardo Chirinos en las montañas de Falcón y Portuguesa. Hizo célebre la frase "Hacer la patria libre o morir por Venezuela". El 23-03-1967 cae en combate junto al revolucionario Arcadio Martínez (El Sangre), en una emboscada planificada por el ejército venezolano, específicamente en el sector Aguas Dormidas, en las afueras del caserío Santa Bárbara, Portuguesa. Fue el único oficial de aquellos tiempos muerto por el ejército en el cual se formó.
Estuvo preso el Teniente Hurtado Barrios, en la isla de Tacarigua o isla del Burro, en el lago de Valencia, donde se hizo comunista. Este cronista conversó con él, en más de una oportunidad, cuando acompañaba a mis difuntas madre Rafaela Freites García de Muñoz y hermana Gladis Pastrano Freites de Santaella a visitar a mi hermano Rafael Simón Pastrano Freites y al Contramaestre Teófilo Santaella quienes, cumplían largas condenas como presos políticos en la mencionada prisión. Hubo personas de Falcón, de la Sierra de San Luis, de Curimagua, El Bariquí, Coro, Los Taques, Caracas, Trujillo, Lara, Barinas, Portuguesa, Mérida, Guárico, Sucre, Anzoátegui y otros estados comprometidos con la lucha armada.
A continuación, el escrito que recibí en mi correo: “Nicolás Hurtado Barrios oficial de FFAA, de aquellos tiempos, era egresado de la Academia Militar de Venezuela, pero consciente de que los adecos y copeyanos habían puesto a los 3 componentes de la Fuerza Armada Nacional al servicio de los regímenes títeres del imperialismo, se incorpora a las FALN, y siendo guerrillero muere en combate -con la verdad en la mente y el fusil en las manos, el 23 de marzo de 1967. Fue un militar nacionalista, quien en la cárcel se hace socialista y comunista. Estuvo preso durante 7 años en la isla de La Orchila, la Cárcel Modelo, el Cuartel San Carlos y la isla de Tacarigua, lugares de reclusión donde el tiempo marcó su vida como genuino revolucionario”.
“Nicolás, junto con Pedro Medina Silva, fue autor del libro que representó la base teórica fundamental de la lucha armada en Venezuela: ¿Por qué luchamos? Ese atrevimiento de haber escrito este libro, burlando las medidas de seguridad de los carceleros, le valió ser encerrado en la Cueva del Humo. Allí pasó tiempo… irreductible. Y llegó la libertad, era el último preso de la insurrección del 07-08-1958. Pasaron 7 largos años. Era indomable, rebelde y firme. Sus convicciones revolucionarias le exigían entrega total, y él estaba dispuesto a esa entrega. Y se fue a Cuba, China y Vietnam a seguir formándose para su incorporación al Frente Guerrillero José Leonardo Chirinos. Era trigueño, de regular estatura, dinámico y humilde. Después de un largo recorrido por las montañas de Falcón, el grupo guerrillero había llegado a las montañas de Portuguesa. Los soldados les seguían los pasos, los habían ubicado en las inmediaciones de Ospino.”
“En los caseríos conocían al Teniente Nicolás Hurtado Barrios por su nombre de guerra, Fernando; los campesinos eran sus amigos. Les hablaba de la justeza de la lucha revolucionaria, del derecho de los campesinos a la tierra. La noche anterior, una escuadra guerrillera había mantenido un encuentro con el ejército. En el campamento no sabían de lo ocurrido. Fernando, con su fusil M-2, salió con su escuadra al caserío Santa Bárbara. Caminaron por una pica para caer en un camino real.”
“El cielo estaba despejado y la luna estaba inmensa, bonita, como todas las lunas llenas, en plena Semana Santa, el viento soplaba fuerte y refrescaba la noche. Con él, el Negro Arcadio, luego Jonás, Emilio, Guyén y otros más. Avanzaron, a un lado encontraron una cacerina. ‘Debe ser de Cupertino’, dijeron. ‘Yo creo que es el ejército’ señaló el Sangre, ‘vamos a tomar otro camino.’ Sin embargo, siguieron por la misma pica. Iban con cuidado, pero el enemigo los había detectado y los esperaban emboscados aprovechando la oscuridad. Tenían la ventaja. El resto de la guerrilla los esperaba en el campamento. Tenían que pasar por Aguas Dormidas, por el Plan de los Muertos. El Sangre seguía con la duda de la procedencia de la cacerina, pero seguía adelante con Fernando. Del otro lado, los soldados esperaban con los dedos en los gatillos.
Y llegó el momento de la verdad, del todo o la nada. Donde lo singular se inscribe dentro de lo universal, donde todo converge en un acto, donde el ser humano trasciende y se hace heroico en un instante fugaz que lo inserta definitivamente en la historia. Y se oyó la primera ráfaga y cae Fernando.”
“Fernando herido respondió con su M-2, los demás combatientes disparaban pero estaban distantes, no podían socorrerles. Emilio sangraba herido en una oreja. Trataron de acercarse nuevamente y oyeron aquel grito de Fernando que rebotó en la bóveda celeste: ‘¡Soy el Teniente Nicolás Hurtado Barrios!’ Y el oficial que comandaba, sorprendido, impactado por aquella voz y aquel nombre gritó, fuerte, muy fuerte, ‘alto, alto al fuego’ y cesaron los tiros y se sintió un enorme silencio. El viento y todos los ruidos se paralizaron. La luna desapareció del firmamento como no queriendo ver aquella escena. La noche se puso más oscura. El cielo dejó caer su llanto y la lluvia comenzó a caer. El tiempo se hizo largo, en una pausa eterna hasta volver nuevamente desde donde nace el silencio en las voces de los soldados diciendo que lo tenían”.
No saben que pasó con Fernando, unos dicen que lo fusilaron, y otros, que murió a consecuencias de las heridas mortales recibidas tiempo después, dándole vivas a la Revolución. Los militares aplicando las enseñanzas de la Escuela de las Américas le cortaron las manos y se las enseñaron a los campesinos para amedrentarlos”.
“Fernando cumplió su promesa, como escribió en carta al Partido Comunista de Venezuela (PCV), de bajar de la montaña muerto o victorioso. Nicolás Hurtado Barrios fue el único militar oficial de carrera del ejército que, siendo guerrillero, en total entrega, murió en combate para hacer la Patria soberana y libre e independiente de las garras del imperialismo yankee”.
Por último, escriben los excombatientes de la FALN: “El sacrificio del Teniente Nicolás Hurtado Barrios no sería en vano, estos sueños libertarios se concretarían con la Revolución Bolivariana y sus logros, con la participación y protagonismo del Pueblo, la unión cívico-militar patriota y sus líderes: Hugo Rafael Chávez Frías, el Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros, -quien el 20-05-2018 ganó las elecciones-, Diosdado Cabello Rondón y demás dirigentes de izquierda que tienen por norte la Paz. ¡Que viva la Patria!, ¡que viva Bolívar!, ¡que viva Chávez!, ¡que viva Maduro! ¡Leales siempre, traidores nunca!, ¡aquí no se rinde nadie!