viernes, 20 de abril de 2018

JUAN CRISÓSTOMO FALCÓN

Entre los acontecimientos del siglo XIX que tienen excepcional importancia para Venezuela están: la insurgencia del 19 de abril de 1810 que obligó a Vicente Emparan a renunciar a la Capitanía General, punto de inicio del proceso de separación de España; la firma del acta de independencia el 5 de julio de 1811; la batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821 dirigida por el Genio de América, El Libertador Simón de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios, y la Guerra Federal que comenzó el 20 de febrero de 1859 con Tirso Salavarría en Coro e impulsó a los campesinos a buscar la justicia social.
El Mariscal Juan Crisóstomo Falcón Zavarce, junto al General del Pueblo Soberano Ezequiel Zamora Correa, lideró en la sexta década del siglo XIX el movimiento de la Federación, que enfrentó a federalistas contra hacendados latifundistas centralistas; fueron sus padres José Ildefonso Falcón y Josefa Zavarce, nació en la península de Paraguaná, en Jadacaquiva, el 18 de enero de 1820.  
Fue el único hijo varón de su núcleo familiar, su hermana Estefanía contrajo nupcias con Ezequiel Zamora. Cursó estudios en el Colegio Nacional de Coro, bajo la dirección de Mariano Rendiles, aprendiendo catecismo, letras, filosofía, historia, aritmética, francés y latín. Su carrera militar la inicia en defensa del régimen del general José Gregorio Monagas, en el combate de Taratara (6-04-1848) enfrentándose al general paecista Judas Tadeo Piñango como comandante de una columna bajo las órdenes de los generales Antonio Valero y Trinidad Portocarrero. El 18 de agosto de 1849, actúa en el combate de La Bacoa (Coro), como jefe de una columna, venciendo al general Francisco Carmona. (Nótese que no puede hablarse aquí de grandes batallas, sino de pequeños combates).
Juan Crisóstomo Falcón se encarga de la Comandancia de Armas de Maracaibo en 1853 y es ascendido a general de brigada, jerarquía con la cual le tocó hacer frente a la revuelta comandada por el coronel Juan Garcés en la península de Paraguaná, quien buscaba derrocar al gobierno del general José Gregorio Monagas. Falcón finalmente derrotó el movimiento insurreccional de Garcés, primero en la batalla de La Salineta, y de manera definitiva en Caduto, cerca del istmo de los Médanos de Coro. Luego de este triunfo militar, se dirige a la provincia de Barquisimeto a fin de combatir la revuelta del general Juan Bautista Rodríguez, avanzando sobre Siquisique y Carora, capturando al general Clemente Fonseca.
En 1857 es nombrado por el Congreso, general de división y jefe de armas de la provincia de Barquisimeto. Ese mismo año contrae matrimonio en Jacuque (península de Paraguaná) con Luisa Isabel Pachano Muñoz. El 5 de marzo de 1858, al estallar en Valencia la Revolución de Marzo en contra el gobierno de José Tadeo Monagas, Falcón se mantiene fiel al régimen pese a ser invitado a participar en dicho movimiento. Aunque este proceso revolucionario triunfó, los decretos del nuevo gobierno del general Julián Castro no tardaron en crear roces y tensiones en el propio seno de los liberales; esta situación y la inestabilidad del gobierno hicieron inminente el estallido de un conflicto armado. Falcón y su cuñado Zamora, quienes se abstuvieron de participar en la Revolución de Marzo, fueron perseguidos por el régimen de Castro.

El 7 de junio de 1858, Juan Crisóstomo Falcón es expatriado rumbo a las islas de Bonaire, Aruba, y Curazao. Una vez en el exilio, inicia su labor encabezando las acciones de los exiliados políticos que se encontraban en las islas del Caribe. Finalmente, el 22 de marzo de 1859, Ezequiel Zamora invade Venezuela por La Vela de Coro, en compañía de José Desiderio, Napoleón Sebastián Arteaga, José Gabriel Ochoa y otros. Por su parte, Falcón permaneció en el exilio, asumiendo Zamora el rango de jefe de operaciones del Ejército Federal de Occidente, iniciando de esta manera las acciones bélicas en el occidente del territorio.

jueves, 19 de abril de 2018

JUAN CRISOSTOMO FALCON (II)


Mientras Juan Crisóstomo Falcón se encontraba en Curazao, haciendo gestiones orientadas a la adquisición del parque de la campaña militar y participando en bacanales y borracheras, Ezequiel Zamora, el gran estratega de la Guerra Federal, estaba a la cabeza de las tropas en los combates y lanzaba sus consignas: “La tierra es de quien la trabaja”, “Tierras y hombres libres”, y se ponía por norte que los campesinos tuviesen derechos de ciudadanía, la eliminación de la prisión por deuda, la implementación de la educación gratuita y que los pobres tuviesen derecho al voto. Los hacendados eran los ciudadanos, ya que en la Venezuela de aquellos años los trabajadores del campo eran analfabetas y apenas obtenían un peso anual por sus jornadas. Para ser elector había que poseer haciendas, o un ingreso mínimo de 50 pesos y saber leer y escribir.
A mediados de 1859 Zamora desembarca en Palma Sola, en las inmediaciones de El Palito, y a partir de este momento comienza su participación activa en el territorio venezolano a favor de la idea de la Federación, liderando las siguientes acciones militares: batalla de La Cruz (13-09-1859), toma de Barquisimeto, combate de Siquisique (3-10-1859), nuevo combate de Barquisimeto, la batalla de Santa Inés (10-12-1859), la más importante de todas las realizadas durante la Guerra Federal; combate en Barinas, combate de La Sabana (11-12-1859) y el sitio de San Carlos (9-16-1860), durante el cual Ezequiel Zamora es asesinado de un balazo (supuestamente por órdenes de Juan Crisóstomo Falcón y de otros líderes federalistas, a causa de la envidia que le tenían por sus dotes militares y popularidad). A partir de este momento, Falcón asume tanto la jefatura como la conducción militar del movimiento federalista. En la batalla de Coplé (17-02-1860) es derrotado por el general León Febres Cordero, decidiendo dividir al Ejército Federal en 3 cuerpos; acción que le será duramente cuestionada.
Falcón, después de la terrible derrota que recibió en la batalla de Coplé (17-02-1860) -a causa de sus errores tácticos y estratégicos- se dirige a Bogotá en busca de recursos para continuar la guerra, y al no obtenerlos marcha a las Antillas. En Saint Thomas, Curazao, Aruba y Haití los consigue, y con ellos y un puñado de compañeros pone de nuevo pie en tierra venezolana en julio de 1861. Luego de desplegar diversas operaciones militares durante todo el año 1861, en diciembre sostiene en el campo de Carabobo unas infructuosas conversaciones de paz con el general José Antonio Páez, entonces a la cabeza del Poder Ejecutivo.
En 1862, reinicia la actividad militar al dirigir el combate de Purureche (21-01-1862) en la cual derrota al coronel Ramón Castillo Marzal; en el combate de El Corubo (4-02-1862) vence al coronel Jorge Sutherland, y en la batalla de Mapararí o La Peñita (2-04-1862) al general Facundo Camero. El 7 de abril de 1863 efectúa el sitio de Coro, pocos días antes de la firma del Tratado de Coche que pone fin a las hostilidades entre centralistas y federalistas. Posteriormente, el 17 de junio del mismo año es designado Presidente Provisional de la República por la Asamblea de La Victoria; el 24 de diciembre de 1863 es elegido Presidente Provisional por la misma asamblea y como tal continúa en el poder, juramentándose el 21 de enero de 1864. Al día siguiente (25-12-1863), la Asamblea Constituyente le confirió el título de “Gran Ciudadano” y el grado de Mariscal.
En octubre de 1864, es elegido Presidente Constitucional y ratificado como tal por el Congreso el 18 de marzo de 1865. A fines de 1866, renuncia a la presidencia y se retira a Coro, hasta que con el triunfo de la Revolución Azul (25-7-1868) es expulsado del país. El 24 de abril de 1870, casi paralelamente al triunfo de la Revolución Liberal acaudillada por Antonio Guzmán Blanco, muere en una habitación del hotel Toulouse de Fort-de-France (Martinica) como consecuencia de un cáncer en la laringe. El 1 de mayo de 1874 por un decreto legislativo, sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional.

jueves, 12 de abril de 2018

CARMEN MATILDE ITRIAGO TRÉBOL

De entrada, les recuerdo a mis lectores una de mis divisas: los cronistas no hacemos historia, sino que la escribimos. En otras palabras, borroneo cuartillas cronicarias sobre toda persona que me lo autorice, sea de izquierda o de derecha. Continúo en la ciudad de Barcelona, donde seré pronto operado en el CDI “Camilo Cienfuegos” de Campo Claro, por el cirujano traumatólogo cubano Dr. Carlos Vásquez. Son numerosas las personas que he conocido en Barcelona que se vinculan de alguna manera con el municipio Los Taques. Es el caso puntual de Carmen Matilde Itriago Trébol, quien años atrás trabajó en una parada de la Refinería de Amuay y recuerda con nostalgia las amigas que dejó en Villa Marina.
Con “La Negra” Itriago, como cariñosamente la conocen todos sus vecinos, sostuve una conversación el 09-04-2018, en la casa donde estoy alojado, después que se reunió el CLAP del cual ella es miembro. Profunda impresión por su elocuencia, claridad de ideas, don de mando y capacidad de trabajo me causó esta mujer de la comunidad de El Viñedo, municipio Bolívar, Barcelona, Anzoátegui.
En silencio esperé que terminara la reunión para hablar con la señora Itriago, los participantes eran casi todas féminas quienes brillaban por su inteligencia; la estructura del CLAP está formada por: Freddy Bueno, Meribet Conde, Xioanny Martínez, Marisela Guarapana, Carmen Itriago, Hernán Martínez y Miguel Chacín, y los Líderes de Calle: Ermis López, Iris Rodón, Yesenia Orocopey, Jesús Calderón, Desis Hurtado, Yenny Duarte Borges y Nilda Guaitia.  
El diálogo que sostuve con Carmen Matilde Itriago Trébol fue como sigue: “Señora Itriago, hábleme de su vida”, “Profesor Muñoz Freites yo nací en  Barcelona, en el Hospital Dr. Luis Razetti el 13-01-1975, mis padres se llamaban Gumersindo Itriago y Ana Mercedes Trébol Barrero; saqué el 6° grado en la Escuela José Antonio Anzoátegui y después cursé hasta el 4° año en el Liceo de Comercio Felipe Guevara Rojas”.
“Profesor Muñoz Freites,  mi primer empleo fue como doméstica en la casa de familia de la señora Milania González -no sé si ella todavía vive-, mi marido se llama Héctor Luis Hurtado, tengo tres hijas a quienes adoro, Carmelys, Deisy y Griset, y Dios me ha dado hasta ahora la bendición de dos nietos, a quienes amo con todo mi corazón: Harold Miller Orence y Jonathan Mathías Buriel. Soy vocera del Consejo Comunal y parlamentaria de la Comuna de El Viñedo”.
“Soy una mujer leal y humilde del pueblo, a quien le gusta decir siempre la verdad y que se la digan, comparto lo poco que tengo con los más necesitados y trabajo durísimo con mis compañeras y compañeros para que las cajas y bolsas CLAP le lleguen regularmente a todos los habitantes; cuando Hugo Chávez Frías visitó en el 2008 El Viñedo, para inaugurar el Liceo ‘Miguel Otero Silva’, entró por la calle 4 y se bajó de la camioneta y caminó por las calles de tierra e iba observando todo a su alrededor; el Comandante Chávez parecía disgustado, una viejita lo invitó a pasar a su ranchito de zinc destartalado y esto le cambió el humor: de pronto, al salir de la humilde vivienda, su voz de trueno retumbó y ordenó que fuera asfaltado todo El Viñedo y que a la abuelita le hicieran su casa”.    

jueves, 5 de abril de 2018

EL VIERNES SANTO


En Los Taques, el Cristo en Via Crucis se lleva en procesión desde la Iglesia Católica al Calvario con el mayor fervor posible por los feligreses. En contraste con este ritual cristiano, las playas de Villa Marina, Los Taques y Amuay se llenan de temporadistas en busca del disfrute de los días de asueto de la Semana Mayor, convirtiendo la conmemoración de la pasión y muerte de Jesucristo en una celebración. Como hace tiempo un amigo musulmán recién llegado de Tierra Santa, (Palestina), hombre de fe y ferviente lector del Corán de nombre Mohamed, me refirió: “Profesor Muñoz Freites, los cristianos de aquí son personas extrañas, celebran con abundante licor haber matado a su Dios, bailan en la playa al son de músicas estridentes, con letras que hablan de sexo y glorifican el mal y la infidelidad; en realidad no les entiendo, los cristianos de los países árabes son pocos, pero entristecen por la muerte de su Dios y cumplen todos los ritos de conmemoración al pie de la letra”.
Ramiro Jesús “Chucho” Díaz (quien vino al mundo en Los Taques, Falcón, Venezuela, el 23 de mayo de 1938, hijo de la cultora popular María Díaz Borges) escribió en su libro “Los Taques, Geografía Humana”: “La Iglesia y el Calvario, de acuerdo a investigaciones, fueron construidos en el año 1886 con el aporte económico de Manuel Antonio Irausquín, un rico hacendado, propietario de “La Cienaguita”. En la organización del templo participaron todos los habitantes del pueblo”.
Como  bien expresó el difunto cronista, estas construcciones fueron realizadas por el colectivo e inclusive las imágenes las donaron damas piadosas y fervientes creyentes; entre estas señoras se destacó Lilia Irigoyen de Salima quien aportó para el templo católico el Cristo Crucificado del Altar Mayor, la Virgen de Coromoto, el Corazón de Jesús y el Cristo Yacente. Numerosos son los milagros atribuidos a estas imágenes. Según “Chucho” Díaz (como cariñosamente se le conocía), por gestión realizada a través de una Junta presidida por la señora María Concepción “Chochón” de Ruíz, se realizó la reconstrucción de la iglesia lográndose la instalación de un nuevo techo y la ampliación y renovación total de la edificación. Esta reedificación ocurrió en el año 1962, luego durante el gobierno del exalcalde Dr. José Luis “Pepe” Iglesias se hicieron otras remodelaciones.
Me relató un abuelito, que no quiso que mencionara su nombre, que durante una de estas procesiones tuvo la visión que algo terrible, como una explosión, iba a ocurrir en la Refinería, pero el aviso fue tan fugaz que no le prestó mayor atención. “Por eso, amigo cronista, hay que estar pendiente de las visiones ya que por lo general son avisos de Dios Misericordioso que siempre busca darnos una segunda oportunidad”.