Mientras Juan Crisóstomo Falcón se encontraba en Curazao, haciendo
gestiones orientadas a la adquisición del parque de la campaña militar y participando
en bacanales y borracheras, Ezequiel Zamora, el gran estratega de la Guerra
Federal, estaba a la cabeza de las tropas en los combates y lanzaba sus
consignas: “La tierra es de quien la trabaja”, “Tierras y hombres libres”, y se
ponía por norte que los campesinos tuviesen derechos de ciudadanía, la
eliminación de la prisión por deuda, la implementación de la educación gratuita
y que los pobres tuviesen derecho al voto. Los hacendados eran los ciudadanos,
ya que en la Venezuela de aquellos años los trabajadores del campo eran
analfabetas y apenas obtenían un peso anual por sus jornadas. Para ser elector
había que poseer haciendas, o un ingreso mínimo de 50 pesos y saber leer y
escribir.
A mediados de 1859 Zamora desembarca en Palma Sola, en las inmediaciones
de El Palito, y a partir de este momento comienza su participación activa en el
territorio venezolano a favor de la idea de la Federación, liderando las
siguientes acciones militares: batalla de La Cruz (13-09-1859), toma de Barquisimeto,
combate de Siquisique (3-10-1859), nuevo combate de Barquisimeto, la batalla de
Santa Inés (10-12-1859), la más importante de todas las realizadas durante la
Guerra Federal; combate en Barinas, combate de La Sabana (11-12-1859) y el
sitio de San Carlos (9-16-1860), durante el cual Ezequiel Zamora es asesinado
de un balazo (supuestamente por órdenes de Juan Crisóstomo Falcón y de otros
líderes federalistas, a causa de la envidia que le tenían por sus dotes militares
y popularidad). A partir de este momento, Falcón asume tanto la jefatura como
la conducción militar del movimiento federalista. En la batalla de Coplé
(17-02-1860) es derrotado por el general León Febres Cordero, decidiendo
dividir al Ejército Federal en 3 cuerpos; acción que le será duramente
cuestionada.
Falcón, después de la terrible derrota que recibió en la batalla de
Coplé (17-02-1860) -a causa de sus errores tácticos y estratégicos- se dirige a
Bogotá en busca de recursos para continuar la guerra, y al no obtenerlos marcha
a las Antillas. En Saint Thomas, Curazao, Aruba y Haití los consigue, y con
ellos y un puñado de compañeros pone de nuevo pie en tierra venezolana en julio
de 1861. Luego de desplegar diversas operaciones militares durante todo el año
1861, en diciembre sostiene en el campo de Carabobo unas infructuosas
conversaciones de paz con el general José Antonio Páez, entonces a la cabeza
del Poder Ejecutivo.
En 1862, reinicia la actividad militar al dirigir el combate de
Purureche (21-01-1862) en la cual derrota al coronel Ramón Castillo Marzal; en
el combate de El Corubo (4-02-1862) vence al coronel Jorge Sutherland, y en la
batalla de Mapararí o La Peñita (2-04-1862) al general Facundo Camero. El 7 de
abril de 1863 efectúa el sitio de Coro, pocos días antes de la firma del
Tratado de Coche que pone fin a las hostilidades entre centralistas y
federalistas. Posteriormente, el 17 de junio del mismo año es designado Presidente
Provisional de la República por la Asamblea de La Victoria; el 24 de diciembre
de 1863 es elegido Presidente Provisional por la misma asamblea y como tal
continúa en el poder, juramentándose el 21 de enero de 1864. Al día siguiente
(25-12-1863), la Asamblea Constituyente le confirió el título de “Gran
Ciudadano” y el grado de Mariscal.
En octubre de 1864, es elegido Presidente Constitucional y ratificado
como tal por el Congreso el 18 de marzo de 1865. A fines de 1866, renuncia a la
presidencia y se retira a Coro, hasta que con el triunfo de la Revolución Azul
(25-7-1868) es expulsado del país. El 24 de abril de 1870, casi paralelamente
al triunfo de la Revolución Liberal acaudillada por Antonio Guzmán Blanco,
muere en una habitación del hotel Toulouse de Fort-de-France (Martinica) como
consecuencia de un cáncer en la laringe. El 1 de mayo de 1874 por un decreto
legislativo, sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional.
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