jueves, 5 de abril de 2018

EL VIERNES SANTO


En Los Taques, el Cristo en Via Crucis se lleva en procesión desde la Iglesia Católica al Calvario con el mayor fervor posible por los feligreses. En contraste con este ritual cristiano, las playas de Villa Marina, Los Taques y Amuay se llenan de temporadistas en busca del disfrute de los días de asueto de la Semana Mayor, convirtiendo la conmemoración de la pasión y muerte de Jesucristo en una celebración. Como hace tiempo un amigo musulmán recién llegado de Tierra Santa, (Palestina), hombre de fe y ferviente lector del Corán de nombre Mohamed, me refirió: “Profesor Muñoz Freites, los cristianos de aquí son personas extrañas, celebran con abundante licor haber matado a su Dios, bailan en la playa al son de músicas estridentes, con letras que hablan de sexo y glorifican el mal y la infidelidad; en realidad no les entiendo, los cristianos de los países árabes son pocos, pero entristecen por la muerte de su Dios y cumplen todos los ritos de conmemoración al pie de la letra”.
Ramiro Jesús “Chucho” Díaz (quien vino al mundo en Los Taques, Falcón, Venezuela, el 23 de mayo de 1938, hijo de la cultora popular María Díaz Borges) escribió en su libro “Los Taques, Geografía Humana”: “La Iglesia y el Calvario, de acuerdo a investigaciones, fueron construidos en el año 1886 con el aporte económico de Manuel Antonio Irausquín, un rico hacendado, propietario de “La Cienaguita”. En la organización del templo participaron todos los habitantes del pueblo”.
Como  bien expresó el difunto cronista, estas construcciones fueron realizadas por el colectivo e inclusive las imágenes las donaron damas piadosas y fervientes creyentes; entre estas señoras se destacó Lilia Irigoyen de Salima quien aportó para el templo católico el Cristo Crucificado del Altar Mayor, la Virgen de Coromoto, el Corazón de Jesús y el Cristo Yacente. Numerosos son los milagros atribuidos a estas imágenes. Según “Chucho” Díaz (como cariñosamente se le conocía), por gestión realizada a través de una Junta presidida por la señora María Concepción “Chochón” de Ruíz, se realizó la reconstrucción de la iglesia lográndose la instalación de un nuevo techo y la ampliación y renovación total de la edificación. Esta reedificación ocurrió en el año 1962, luego durante el gobierno del exalcalde Dr. José Luis “Pepe” Iglesias se hicieron otras remodelaciones.
Me relató un abuelito, que no quiso que mencionara su nombre, que durante una de estas procesiones tuvo la visión que algo terrible, como una explosión, iba a ocurrir en la Refinería, pero el aviso fue tan fugaz que no le prestó mayor atención. “Por eso, amigo cronista, hay que estar pendiente de las visiones ya que por lo general son avisos de Dios Misericordioso que siempre busca darnos una segunda oportunidad”.

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