Terminando el año 2019 me enteré del fallecimiento del
amigo Wuilian Virela, destacado y popular obrero de la Alcaldía Bolivariana y
Socialista del Municipio Los Taques, estado Falcón, República Bolivariana de
Venezuela. A sus familiares y deudos les expreso mi más sentido pésame; impacto
de profundo dolor causó la muerte de este trabajador incansable, hombre de
genuinas ideas de izquierda, querido y respetado por la inmensa mayoría del
pueblo taquense. Recuerdo aquí las palabras del renombrado cantautor falconiano
Alí Primera, -quien por cierto, vivió muchos años en este municipio: “Los que mueren
por la vida no pueden llamarse muertos”.
Amigo
y camarada “Pata Renca” -como cariñosamente era llamado por todos, Wuilian
Virela-, los taquenses te guardarán siempre eterna gratitud, nunca olvidarán,
ya que quedó profundamente esculpido en sus mentes y en sus corazones la imagen
del trabajador incansable de la alcaldía, que junto con otros obreros armaba
los toldos para las ventas de alimentos a precios solidarios que el recordado
exalcalde José Luis “Pepe” Iglesias Gallegos organizaba, como tampoco olvidarán
cuando ibas y venías por todas las comunidades del municipio dispensando agua
potable, o cuando montado en un camión cargado de víveres, medicinas y enseres
hacías viaje tras viaje a Amuay, Villa Marina, Jayana, El Tacal, Cumujacoa, Los
Taques, Creolandia y otras comunidades afectadas por las inundaciones, producto
de las fuertes lluvias o por la explosión de los tanques de combustible de la
Refinería de Amuay; como tampoco olvidarán cuando comandabas los camiones de
achique. Realmente, el compatriota “Pata Renca” dejó profunda huella en el
corazón de los habitantes de estas hermosas tierras paraguaneras, y se
convirtió para siempre, al volar alto al encuentro de Dios, en un modelo a
seguir de persona responsable y trabajadora.
Viene
a mi memoria que en una oportunidad en el año 2007, cuando yo era el director
de Desarrollo Social de la Alcaldía, participé en una conversación con Wuilian
Virela y otra persona; acostumbraba yo en aquellos tiempos a subirme en los
camiones de achique o en las cisternas de agua potable -atendía a las personas en
la oficina hasta las 10 am y luego me ponía mi braga y me montaba en el camión
cisterna o en el de achique que enviaba PDVSA, a trabajar como un obrero más. La
primera vez que realicé esta labor me dijo el conductor del camión conocido
como el Gocho: “No me lo tome a mal, señor Muñoz, pero usted tiene sus añitos y
además es un profesor, no debería venir con nosotros, ya usted no está para estos
trotes.” “Pata Renca” sin darme tiempo a replicarle al chofer, le dice:
“Pariente, no te has dado cuenta que Muñoz usa lentes, pero al subirse al
camión se los quitó, ¿a que no sabes por qué?” “En verdad, no me había fijado
en ese detalle, ¿será que lo hace para evitar que se le rompan? “No,
sencillamente él quiere imitar a Superman, el Hombre de Acero, y se los quita
para sentirse un super hombre, y así trabajar con nosotros hasta la noche,
jajajaja… y como buen jefe debe dar el ejemplo y portarse como un soldado de
tropa, y obedecer mis órdenes, no faltaba más. Además, hemos tenido una suerte
inmensa, como es un director de la alcaldía, de buena fuente me informaron que
hoy nos va a invitar a almorzar, jajajaja”.
Realmente
dicharachero y jocoso era “Pata Renca” Le escribo esta crónica para evidenciar la
expresión “Honor a quien Honor Merece”, y le expreso desde esta trinchera -y sé
que me escuchará en cualquier lugar donde se encuentre-: Wuilian, usted fue un
hombre importantísimo por su generosidad, ya que no todo el mundo está
dispuesto a trabajar tan duro en casos de emergencia y de contingencias inusitadas,
donde sólo el gran amor que debemos sentir por el prójimo nos impulsa a laborar
más de ocho horas diarias. Recuerdo, uno de los planteamientos más importantes de
la Revolución Bolivariana en la centuria que estamos viviendo, como fue la reducción
de la jornada laboral a seis horas ejecutado contundentemente por el Comandante
Supremo Hugo Rafael Chávez Frías, donde en realidad lo que se reduce es la
explotación del ser humano por vía constitucional y pacífica. Quiero recordar
que la reducción de la jornada laboral de 14 a 8 horas hace más de un siglo le
costó a la clase obrera esfuerzos, prisiones, sufrimientos y víctimas.
Wilian conocido cariñosamente como pata renca persona humilde y siempre con entusiasmo ayudar a los demás nunca decía que no a las persona hacia lo que fuera posible para buscar solución era una gran persona siempre te recordaremos tío pata
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