lunes, 3 de noviembre de 2025

NAN DE GALLANT NIÑA QUE SOLO TENÍA 9 AÑOS Y EN 1911 TRABAJABA DESDE LAS 7 AM HASTA LA MEDIA NOCHE ENLATANDO PESCADO, EL TRABAJO INFANTIL ERA COMÚN EN ESA ÉPOCA EN EEUU.

¿Ven a esta niña? Ella era Nan de Gallant.
Tenía solo 9 años cuando se tomó esta foto. Era el verano de 1911 y mientras otros niños de su edad corrían por los prados a atrapar luciérnagas, Nan se despertaba antes del amanecer y, desde el número 4 de Clark Street, caminaba casi dos kilómetros por las calles aún dormidas de Eastport, Maine, para llegar a la Seacoast Canning Co., Planta n.º 2.
Allí le esperaba un día que no tenía nada de infantil: Horas interminables pasadas enlatando pescado, lata tras lata, con una precisión que ningún niño debería verse obligado a tener.

El suelo estaba mojado de salmuera, el aire impregnado de olores que se quedaban en la ropa incluso al final del turno. El ruido ensordecedor del metal cubría cada risa, cada posibilidad de sentirse niña de nuevo. Las jornadas comenzaban a las 7 de la mañana y terminaban a medianoche. Sin descanso. Sin juegos. Solo trabajo.

Nan no estaba sola: Su madre y sus hermanas estaban en la línea de montaje, mientras que su hermano estaba embarcado en los barcos de pesca. Cada verano, la familia dejaba Perry para mudarse a Eastport, persiguiendo la temporada de pesca y conservas. No por elección, sino por supervivencia.

De ella queda esa fotografía: Nan de pie, la ropa manchada, la mirada directa al objetivo. No hay lágrimas, no hay ira. Solo la resignación silenciosa de una niña que tuvo que crecer demasiado pronto, a la que se le negó el derecho a seguir siendo niña.

Su historia no era única: Miles de niños, a principios del siglo XX, trabajaban en fábricas y minas en todos los Estados Unidos. Manos frágiles reducidas a engranajes del progreso. Infancias borradas por la pobreza.

Y sin embargo, aún hoy, la mirada de Nan nos habla. Nos recuerda que detrás de cada conquista del presente hay cicatrices profundas. Cicatrices que llevan el rostro de quienes, como ella, nunca tuvieron la oportunidad de vivir realmente su infancia.

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