En el libro “Monte
Hondo, Crónica y Memoria de Los Taques de Falcón”, escrito por el cronista Juan
Toro Martínez junto con su hija Hildamar Toro en el año 1990, señaló que la Vicepresidenta
del Concejo y primera mujer en ocupar tan alto cargo en Los Taques fue María
Marín de Falcón, quien nació el 11 de abril de 1949 en el sector El Chaleco, de
Los Taques. El difunto cronista del Municipio destacó para la posteridad la frase
“Bendita entre todos los hombres”, que podría ser la pronunciada en cada sesión
de la Cámara por los restantes concejales cuando veían llegar a tan destacada y
honorable dama.
Escribía Juan Toro
Martínez: “esta diminuta concejal era observadora, callada y de temple… La
fuerte personalidad de esta buena oyente le ha permitido ayudar y contribuir
con el bienestar de su pueblo, desde los diversos cargos que ha ocupado. Ella
misma nos dirá: 'Por muchos años fui enfermera, y me angustia enormemente la
situación de abandono en que se encuentra la población infantil de escasos
recursos de nuestro país’ ”.
Era la Venezuela de
la IV República. Un año antes de que la concejala pronunciara estas palabras,
había ocurrido el estallido social de El Caracazo contra el gobierno de Carlos
Andrés Pérez, por las medidas tomadas por este gobernante, según las
indicaciones del FMI -aumento de la gasolina y del pasaje de los vehículos de
transporte de pasajeros-. Las calles de Caracas, Guarenas y Petare se regaron
de sangre, hubo centenares de muertos, asesinados por órdenes expresas de este
mandatario adeco, con la excusa de restablecer el orden público. Tres años después
(1992), insurge el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías. Debe observarse aquí
que la situación de la patria era terrible, los políticos de los gobiernos de
AD y Copei eran unos asaltantes descarados del erario público. Además, que
habían convertido a nuestra nación en una neocolonia del imperialismo yankee.
Se lee en la página
69 del libro del eterno cronista Toro Martínez: “María, que viene de una
familia de nueve hermanos, comprendió desde niña la razón de dar y compartir.
Su mamá, doña Carmen Remigia Díaz de Marín, nos contaría luego que siendo María
la mayor de sus hijos, ocuparía su puesto en la casa, mientras doña Carmen trabajaba
duramente en el lavado y planchado para mantener el hogar. ‘Eran otros tiempos.
Difíciles, sí, pero mis hijos, gracias a Dios, han salido honestos y
trabajadores, y la pobreza nunca fue obstáculo para lograrlo'.
La amena
conversación transcurre en la pequeña salita de doña Carmen, en la calle
Libertad de Los Taques. Le acompañan sobrinos y algunas nietas, todas reinas de
sus respectivos institutos docentes. María de los Ángeles en Guanadito y
Yajaira del Carmen Marín del Grupo Escolar de Los Taques. Por cierto que
muestra primera concejal también fue, a los 16 años, la primera madrina de “Los
Amanecidos”, aquel querido programa conducido por el finado Pepe Martínez, en
la emisora Ondas del Caribe, de Punto Fijo.
Inquieta desde
chica, María nos comenta que ya de adulta no quería ser dirigente política: “Sabía
que encontraría muchos obstáculos y era un compromiso muy serio ese trabajo;
sin embargo… todo sea por el bien de Los Taques”. Satisfactoriamente lo asumió -escribió el
cronista de aquella época-, María buscaba encauzar su municipio como el mejor
del estado Falcón, y por ello su entrega total: ‘Realmente a veces no me queda
tiempo para atender mi casa y a mi único hijo, Roberto Antonio, de 14 años. De
verdad que no me es posible decirle a la gente que no’. María se casó con
Antonio Nicolás Falcón, y parió un solo hijo.
‘Primero busco consenso
entre mis colegas y si no logro la manera, intento una vía alterna para darle
solución al problema que se me plantea. Mi gran preocupación es dotar a Los
Taques de un servicio de cloacas eficiente y de agua potable por acueducto
, pero esto último -año 1990-
representa una inversión de que oscila entre 300 y 400 millones de bolívares, y
como comprenderás, el Municipio no dispone por los momentos de esa cantidad. Es
-continúa diciendo- que las diversas empresas localizadas en la zona nos
ayuden. Necesitamos manos abiertas y amigas para mejorar la calidad de vida de
los habitantes del lugar, para cumplir así con la función social que a todo organismo,
ya sea privado o público, le corresponde'. Y se detiene reflexionando en voz
alta: ‘Tiempos duros, sí, retos inalcanzables, tal vez; pero lo que si te puedo
asegurar es que estamos trabajando con profunda responsabilidad’.”
Nótese aquí lo
difícil de la situación de la Venezuela de aquel año 1990, donde la mayoría de
los ediles eran de tendencia política de derecha y militantes de los partidos socialdemócrata
y socialcristiano, y el Presidente era un adeco.
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