El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, surge
a nivel mundial una controversia: se afirma que este día no debe ser para felicitar
a la otra mitad de la especie homo sapiens (mono y mona sabios), sino para conmemorar
que un grupo de mujeres falleció en el incendio intencional de una textilera en
Nueva York, que ellas mantenían tomada a principios del siglo XX como consecuencia
de sus luchas por reivindicaciones laborales, sociales y económicas. Hay dos versiones:
la primera, que murieron 146 trabajadoras, la segunda que fallecieron en este criminal
incendio 123 mujeres y 23 hombres. Lo cierto es que las puertas de escape las clausuró
el dueño de la fábrica con la excusa de evitar robos. En 1910, durante la II Conferencia
Internacional de Mujeres Socialistas, la dirigente Clara Zetkin propuso en memoria
de las obreras calcinadas en dicho incendio se conmemorara el 8 de marzo como día
Internacional de la Mujer.
Hay que conmemorar la tragedia, pero a la vez tiene
que haber un día especial para felicitar al ser que no sólo nos inscribe en el libro
de la vida; sino que nos cría, cuida, educa y quiere. Y este día, el 8 de marzo,
lo aprobó la Asamblea de la ONU en 1975. ¡Salve Mujer! Nosotros profesamos genuino
afecto a tu alma inmortal y a tu cuerpo generador de vida, y reconocemos y valoramos
en toda su dimensión tu rol en el mundo. Y te enviamos un beso y un abrazo del tamaño
del universo, este planeta sin ti no tendría sentido, ya que no existiría. Somos
radicalmente feministas.
“El día de la mujer son todos los días del año”. Aún más, el asunto me lo dejó claro mi difunto
abuelo Luis María Freites Farías: “nosotros los hombres somos unos ilusos, cuando
creemos que las mujeres son nuestra propiedad privada. Nieto, las mujeres deciden
siempre cuándo, cómo, dónde y con quién; aún más, la posesión es mutua, ellas en
la cama y en la vida también nos poseen. ¿Cuántos no he conocido que lloran porque
una mujer los dejó?”.
La pesca artesanal es un trabajo duro. El hecho que
en Amuay, como en otros lugares de Venezuela, también las mujeres se dedican a estas
faenas, demuestra que lo de “sexo débil” fue un mito inventado por quienes querían
someterlas y dominarlas. Hemos podido evidenciar que las féminas poseen tantas destrezas
para estos menesteres como cualquier pescador. Según lo publicado por la periodista
Josmila Hernández en medio impreso y digital: “Por primera vez seis mujeres pescadoras
de Paraguaná fueron reconocidas y condecoradas el sábado 06-03-2017 en medio de
un acto cultural en el Complejo Cultural Alejo Díaz de Amuay, el cual estuvo encabezado
por el ingeniero Henderson Colina coordinador de la Asociación Ecologista para la
Preservación Ambiental (AEPA-Falcón) Organización No Gubernamental en el tema ambiental
que se rige por los cánones del Programa de las Naciones Unidas”.
“Se condecoró a la primera mujer pescadora de Amuay,
Carmen Benicia Sánchez, quien casualmente el 8 de marzo cumplió 100 años y gran
parte de su vida la dedicó a la pesca, luego a las demás pescadoras: Sebastiana
Díaz (86), Juana Valbuena (86), Juana Sánchez (86), María Ramona Sánchez (78) y
Deisy Frontado (49), quienes recibieron
sus merecidas condecoraciones de manos de las personalidades asistentes. Estuvieron
presentes en el acto la diputada del CLEF Daicis López, el Defensor del Pueblo en
Falcón Dr. Edisoie Sandoval, el concejal Rommy Falcón, el Cronista Oficial del Municipio
Los Taques profesor Jesús Muñoz Freites, representantes de la Contraloría Regional,
Ministerio PP de Pesca, Unamujer, Eunice Díaz y delegadas del CONPPA Tío Pedro,
de la comunidad de El Supí”.
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