Ayer conversé con unos
abuelitos en la plaza Bolívar de Los Taques; uno de ellos se sentó a mi lado y
me dijo: “profesor Muñoz Freites, hace años visité la casa natal del Padre de
la Patria, El Libertador, General Simón Bolívar y vi sus botas y una camisa que
correspondían a una persona de baja estatura. Usted que sabe de historia, ¿nos
puede aclarar este asunto?”
El Libertador, General
Simón Bolívar, era un hombre de baja estatura (1,68 cm = 5 pies, 6 pulgadas y
esto se confirmó en el 2010 cuando fue exhumado y medido su esqueleto).
Napoleón Bonaparte medía 1,67 cm, pero El Libertador, a diferencia del
emperador de los franceses, prefirió el título de Libertador al de emperador. Y
empuñando su espada, con sus ideas constituyentistas y sus estrategias y
tácticas, guerreras libertó pueblos y creó naciones, convirtiéndose en el
Gigante de América. Aprovecho para felicitar al ENB -Forjador de Libertades-,
ya que el 24 de junio se conmemoró la Batalla de Carabobo, el Día del Ejército
y el Día de San Juan, santo de los afrovenezolanos.
A pesar de su voz aguda
y chillona, el Padre de la Patria por su valentía y condición de gran estratega
se ganó el respeto, la admiración y la subordinación de los oficiales y
soldados bajo su mando. El Libertador fue un atleta, tenía una gran resistencia
física, y además muchas damas de su época chismorreaban en los salones sobre su
asombrosa virilidad. Tenía don de mando El Libertador General Simón Bolívar;
hasta el punto que el alto, recio y de fuerte voz General José Antonio Páez y
los valientes llaneros no dudaron nunca en subordinarse a sus órdenes. Sólo el
colombiano Santander se burlaba de la voz del Libertador, ya que sentía envidia
de la erudición del General Bolívar y de cómo, con la magia de las palabras, el
caraqueño seducía a las bogotanas.
“Profesor Muñoz
Freites, usted también tiene poca voz”, me señala uno de los caballeros. “Muy
cierta su apreciación, pero mi caso es otro, yo soy un mutilado de guerra”.
“Explíquenos profesor ¿por qué usted dice eso?” “Yo en mi juventud tenía una
voz de trueno, pero la perdí en el gran combate contra la ignorancia, en el
gran combate de educar y enseñar; se me engrosó la cuerda vocal derecha
(monocorditis) y sólo me quedó una migaja de voz, pero este es mi mayor
orgullo, ya que perdí la voz enseñando”.
“Me dijo mi nieto que
las crónicas que usted escribe, cronista Muñoz Freites, salen publicadas
también en internet”, expresó el abuelito más cercano. “Del todo verdad”. “Pues
dígale al Presidente Nicolás Maduro que meta preso a los especuladores,
bachaqueros y acaparadores y que suba los sueldos, pero que sincere los
precios, que las benditas cajas de los CLAP lleguen cada 15 días. Un kilo de
arroz lo venden en 9500, un pollo a 11000 el Kg. Cuando yo era joven viajaba a
Curazao a vender verduras y frutas, y el bolívar valía y metía miedo”.
“Dígale algo como:
‘Señor Presidente, dele pensión de la Tercera Edad a todas las mujeres que
cumplan 55 años y a los hombres que cumplan 60 años. ¡El Pueblo quiere comida y
medicina barata, esto es urgente! Consúltelo con los espíritus del Libertador
Simón Bolívar y del Comandante Hugo Chávez, y estoy seguro que estarán de
acuerdo. Cambie petróleo y oro por medicamentos para la tensión, la diabetes,
el asma, el cáncer, la epilepsia y antibióticos. Si tiene que sentarse a hablar
con Trump por el bienestar del pueblo, hágalo; el Comandante Chávez si
estuviera vivo no lo pensaría dos veces. Meta preso a los terroristas, póngalos
a cultivar la tierra y a estudiar, que las tareas del campo les reduzcan las
penas’ ”.
“Hay personas que
trabajaron en fábricas, como domésticas o en el hogar y sólo tienen entre 50 y
450 ó ninguna cotización al IVSS porque los empresarios no las pagaban, y no
tienen la Pensión de la Tercera Edad. Estas son nuestras propuestas para la
Constituyente. ¡Dios bendiga a Hugo Chávez que me otorgó la pensión sin tener
el número suficiente de cotizaciones!”, terminó diciendo el abuelo muy
alegremente.
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