martes, 28 de noviembre de 2017

· MARTIN LUTERO ·

El 26-11- 2017 recibí la visita en mi casa de los hermanos evangélicos de la Iglesia Pentecostal Universal que predican en Jayana, quienes se enteraron del aparatoso accidente de tránsito que tuve, -del cual me estoy recuperando satisfactoriamente-, oraron al Señor Jesucristo por mi salud y se comprometieron a realizar en mi hogar un Culto en los próximos días. Los hermanos me manifestaron que yo sobreviví porque Dios me tiene reservado para un propósito.


Ante tan gentil visita, decidí escribir algo sobre su ideólogo Martin Lutero, quien nació el 10-11-1483 en la ciudad de Eisleben, Alemania y murió el 18-02-1546. Es bueno recordar que las guerras entre católicos y protestantes causaron en la Europa de la Reforma un número considerable de muertos.

Lutero combatió las ventas de indulgencias en sus 95 tesis de Wittenberg: sólo Dios puede justificar a los pecadores, ataca las indulgencias por las ánimas en el Purgatorio o aquellas de favor por los vivos. En 1517, en la puerta de la iglesia de Wittenberg, clavó sus tesis y este fue el inicio de la Reforma Protestante. La respuesta del Papa León X fue la quema de sus obras y la excomunión con la bula Decet Romanun Pontificem.

El teólogo alemán fue enemigo acérrimo de la simonía, la venta o compra de lo espiritual por lo material, llámense sacramentos, reliquias, cargos eclesiásticos, la salvación y la gracia. Lutero se casó con una monja, Catalina de Bora, quien nació el 29-01-1499 en Torgau, Sajonia y muere el 20-12-1552. La Reforma está cumpliendo 500 años. El Cielo se gana más por la fe que por las obras, pero también se pierde por las malas acciones. Por otra parte, Lutero rechazaba la autoridad interpretativa del Papa y los concilios. Los cristianos solamente pueden contar con la única fuente autorizada: La Biblia, cada cristiano está en condiciones de leerla e interpretarla sin necesidad de intermediarios. Esto es verdad ya que todos los seres humanos están en capacidad como su reflexión y conciencia le dicten. 

Cristo demostró la importancia de ser exegeta, El Maestro fue una autoridad del Antiguo Testamento, no solamente el Hijo de Dios sino también un intérprete magistral que aportó nuevas ideas a las ya existentes. El teólogo alemán y sus seguidores afirman la posibilidad de comunicación entre la gente y el Todopoderoso a través del texto bíblico revelador y simbólico.


Sin embargo, yo he escuchado de muchos abuelos que se reúnen a conversar en la plaza Bolívar de Los Taques, que “la salvación no ocurre por hablar del bien, sino por practicarlo”. Ya Agustín parafraseando al apóstol Pablo afirmaba: “Si alguien dice que ama a Dios, y no ama a su prójimo a través de la realización de la bondad, es un mentiroso”. Sin duda, el hombre y la mujer se llenan de Dios cuando practican el bien. Es bueno expresar aquí que en el municipio Los Taques los cristianos evangélicos llaman a la paz y la reconciliación entre los venezolanos.  

domingo, 26 de noviembre de 2017

· CARMEN BENITA SANCHEZ ·

Es posible que doña Carmen sea el adulto mayor de más edad del municipio Los Taques. Vive en el pueblo de Amuay, y según el difunto cronista Ramiro Jesús “Chucho” Díaz en su libro de crónicas, “Geografía Humana”, “este pueblo figura por primera vez en una carta geográfica de Coro producida en el año 1800, y mejorada posteriormente por el Brigadier José Joaquín Figaldo en 1817. Su nombre en el lenguaje caquetío, al decir del historiador Juan de la Cruz Estévez, significa ‘Región de los Vientos y las Aguas Encontradas’. Amuay está ubicado en la zona occidental de la península de Paraguaná, enclavado desde la antigüedad sobre el istmo de arena que concluye en el Morro de Amuay, comúnmente denominado La Isleta”.
“Su alrededor está bañado por el mar Caribe, que penetra en la Bahía por una boca en cuyos extremos se encuentran Punta Chiriguare, por el norte y Punta Adaro por el sur. Los primeros habitantes pertenecían a la tribu de los Amuayes, quienes conformaban gran parte de la región peninsular de los indios Moruyes, los cuales se comunicaban e intercambiaban sus productos a través del trueque”.
“Antes de la construcción de la Refinería que lleva su nombre, estaba considerada como una de las localidades peninsulares más importantes, siendo la ensenada de Capuana un extraordinario reservorio natural, adornado por numerosos y frondosos manglares y plantas xerófitas desde el sur de Jayana”.
Debido al accidente de tránsito que sufrí el 05-07-2017, por el cual todavía estoy convaleciente, solicité a Felipe Antonio Cuauro, natural de Amuay, entrevistara a los familiares de Carmen Benita Sánchez Sánchez y recopiló la siguiente información:
“Doña Carmen nació el 08-03-1917 en Amuay, hija de Benito Sánchez y Lucía Sánchez. Creció en medio de una familia humilde de pescadores artesanales de Paraguaná, desde niña ayudaba a sus padres en la preparación del pescado, y por las tardes junto a sus hermanas vendían conservas y dulces a la orilla de la playa. En su adolescencia aprendió a tejer chinchorros para la pesca, siendo una de las más diestras en la técnica. A pesar de recibir señalamientos por parte de pescadores que decían: “Vayan a la playa a vender conservas, esto de pescar es solamente para hombres”, junto a un grupo de mujeres de Amuay se atrevió a organizarlas y dar representación femenina, junto a su mamá y hermanas, en las reuniones de pescadores, quienes al principio se molestaban, pero se fueron acostumbrando, afirmando que “si el problema es no descuidar las labores de la casa, las hacemos rápido y salimos a pescar”.
“Doña Carmen Benita es madre de nueve hijos, cuatro varones y cinco hembras, en su mayoría pescadores, siguiendo el legado que generación tras generación ha sido honor y gloria para esta comunidad. Actualmente, con 103 años y 8 meses de edad, tiene 26 nietos, 40 bisnietos y 25 tataranietos; jamás se le escucha quejarse de la vida, siempre comenta que le gustaba mucho bailar y en conversaciones se le escucha decir: ‘La gente se fatiga mucho estos días, hay que llevar las cosas con calma, así lo quiere Dios para nosotros, su voluntad hay que respetar y no pelear por política; hay que llevar las cosas con calma, hay que dar siempre gracias al Altísimo, compartir el pan con los más pobres e ir por el camino correcto’ ”.

Sentada en su silla, rodeada de sus familiares, sueños y gratos recuerdos, pasa a la historia de Falcón como una mujer trabajadora, digna representante del gentilicio falconiano, mujer pescadora productiva y de grandes retos, modelo a seguir por todos.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

· LA MAESTRA ROSMIRY (III) ·


“En el año 2012 llegué a la Escuela Primaria Bolivariana Jayana, donde actualmente me encuentro; he pasado por todos los grados, teniendo la dicha de que mis niños y niñas me ven como su segunda mamá. Mi orgullo son mis estudiantes y sus rostros de inocencia y paz interior. Tuve la oportunidad de dar sexto grado y en el grupo tuve un muchacho de 15 años que ya por tercera vez repetía, copiaba pero no sabía leer, era tímido pero me fui ganando su confianza, pude darme cuenta que retenía fácilmente cualquier información suministrada, así que realizaba unas exposiciones bien presentadas y sus materiales de apoyo eran increíbles, hechos por él mismo, tenía una creatividad; su madre una señora mayor, llegó un día y con lágrimas en sus ojos me dio las gracias porque su hijo era otro, se sentía importante, a diario le asignaba responsabilidades que lo hacían crecer. Fue promovido y a los pocos meses me visito a la escuela y muy emocionado me dijo: ¡maestra, pasé todas las materias!, sentí que mi corazón se inflamaba de la emoción al saber que algo hice por ese joven que en un momento se sintió apartado".

"He tenido niños de fuerte comportamiento, pero mi arma secreta esta en tener paciencia y mucho amor. Tengo la dicha de contar con mucho amor y cariño para darles a mis estudiantes, soy conocida como la maestra tierna para todos en la escuela”. Como lo hizo Bolívar, con el máximo ejemplo de amor, representado en este pensamiento: “Ninguna pasión me ciega en esta parte, y si para algo sirviera la pasión en juicios de la naturaleza, sería para dar testimonio irrefragable de pureza y desprendimiento. Mi único amor siempre ha sido el de la Patria; mi única ambición, su libertad”.

“La satisfacción en el amor individual no puede lograrse, sin la capacidad de amar al prójimo”. Erich Fromm hace una reflexión de amar con desprendimiento y sensibilidad; pues para él, la mayoría de las personas por su cultura y esencia sienten que el amor es una mezcla ligada entre popularidad y sex-appeal, pero no logran comprender que amar es más que una apariencia física, y de buenos modales, y es que el amor es indispensable para la vida, porque es un mecanismo que acciona la conducta y trabaja la personalidad.

Pérez Esclarín comenta en su libro “Educar es enseñar a amar”, que “el amor genera confianza y seguridad”; pues para un niño debe ser importante percibir seguridad y confianza en la escuela, al lado de un maestro sensible, respetuoso y motivador, ya que ésta creará un ambiente de afecto mutuo entre estudiante y docente, como la mayor recompensa de amor y alegría que se puede sentir en el alma; así como cuando una madre abraza a su hijo tiernamente y le brinda gozo y alegría; pues obviamente cuando no se conoce el amor se cae fácilmente en la tristeza y la soledad.

“Amo educar con amor y ternura y estoy cada vez más convencida que el estudiante construye su propio aprendizaje a partir de sus intereses” “y no en una pizarra”, puntualiza la maestra Rosmiry, “se enseña y se aprende con el ejemplo, con amor, con educación de calidad, que sensibilice al ser humano y que ayude a construir personalidades que promuevan libertad de pensamiento y de expresión sincera, constructiva y honesta. Mis experiencias profesionales, han sido muchas, he dejado huellas en cada espacio de aprendizaje, y cada día mi libro de vida queda abierto a nuevas transformaciones”. 

lunes, 20 de noviembre de 2017

· LA MAESTRA ROSMIRY (II) ·

      “Fui formada en Fe y Alegría con profesores que dejaron huellas y aprendizajes significativos, no solo de conocimiento sino de valores bien consolidados; estudié con los mismos compañeros de preescolar hasta noveno año, cuando tuve decidir si quedarme y ser Técnico Medio en Electricidad o Informática, y en realidad ninguna me gustaba. Así que mis padres deciden inscribirme en el Instituto Educativo Paraguaná, mi hermano estudiaba en la misma escuela”.
        “Ya a los 16 años sabía que me gustaba la psicología, salí becada por promedio y por atletismo en la Universidad del Zulia en Maracaibo, estaba feliz pues era mi sueño. Me gradué de bachiller con el quinto mejor promedio de toda la promoción, recibí honores de manos de mis padres, quienes orgullosos me entregaron una merecida medalla. Sin embargo, esa alegría se convirtió unos días después en tristeza, pues mis padres me dijeron que no podía estudiar en Maracaibo sola, ya que para ellos era una niña de 16 años y corría mucho peligro.”
        “Una prima me comentó que habían abierto una carrera nueva en el IUTIRLA Punto Fijo, fui a preguntar; por curiosidad pedí el pensum y pude observar que la mayoría de las materias estaban relacionadas con la psicología; me inscribí y comencé el primer semestre en Educación Integral. ¡Qué ironía! Tanto que le decía a mi madre que no me veía como ella, cuidando tantos niños en un salón, y menos escribiendo como ella lo hacía por las noches, cansada, y por cosas del destino me tocó estudiar lo mismo”.
        “A medida que fueron avanzando los días en la universidad, me iban llamando más la atención la carrera y un muchacho que estaba en el mismo semestre. Ese amor fue creciendo y me tocó formar la hermosa familia que hoy bendigo. Me casé con Simón Augusto Camilo Medina el 23 de mayo de 2009, ese mismo año nace nuestra primera hija el 28 de octubre, Camila Sol Sabina; después de casi 6 años nace nuestra segunda hija Camila Zoe Marina. Mis hijas son la mayor bendición de mi vida”.
        “Me gradué en el 2009 como TSU en Educación Integral en el IUTIRLA; en el 2010 ingreso como Docente de Aula en la Unidad Educativa Madre Cecilia en el municipio Los Taques, con niños y niñas de 4º grado que marcaron mi vida y me enseñaron el verdadero significado de la pedagogía. Es para mí un logro ver hoy en día a esos muchachos ya grandes y estudiosos. En Madre Cecilia aprendí mucho sobre el valor y el respeto por lo que se hace a diario, allí me enseñaron que hay que dejar los problemas en casa y recibir a los niños y niñas con una sonrisa, sin importar lo que esté pasando”.
        “Ese mismo año recibo mi cargo como Docente en el Núcleo Escolar Rural 216, ha sido una de las mayores bendiciones a nivel profesional. En el 2011 continué mis estudios en la UPEL, egresando en el 2014 como Profesora en Educación Integral. Inicié en la Escuela Bolivariana Cumujacoa, pequeña pero muy unida y querida, atendiendo 1º, 2º y 3er grado en un mismo espacio, por la poca matrícula; confieso sentí miedo y temor por no saber qué hacer, pero Dios es grande y me envió un ángel que me guió y orientó durante el poco tiempo que estuve”.

        “Recuerdo haber tenido un caso especial de una niña hermosa que había perdido a sus padres y me dio una lección de vida que siempre tendré presente. En ese entonces existía una empresa llamada Sumifalca, encargada de llevar alimentos a las escuelas y yo tenía la gran responsabilidad de ser enlace del Sistema de Alimentación; era impresionante ver como los niños y niñas caminaban tres veces durante la jornada, casi 300 metros desde el lugar prestado (iglesia evangélica) hasta la cocina, ya que para ese momento la escuela estaba en construcción; con ellos aprendí a comer de todo”.

· LA MAESTRA ROSMIRY (I) ·


Una historia llena de amor entre Rómulo Yajuris y Marian Medina, dos seres que se amaron y lucharon por estar juntos, se complementó con la llegada de su hija Rosmiry Chiquinquirá Yajuris Medina, cuyo nacimiento fue complicado en el Hospital Calles Sierra de Punto Fijo, Falcón, el 23 de marzo de 1989. Luego de 5 años nace su hermano Robin Israel; “debo confesar que sentí muchos celos, pero me adapté y hoy le profeso inmenso amor”. Sus abuelos Ángel Damián Medina y Chiquinquirá Gutiérrez (maternos) e Isaías Yajuris y Tomasa Castro (paternos), los cuatro nacidos en pueblos pertenecientes a Churuguara, municipio Federación del estado Falcón.
Nos cuenta la maestra Rosmiry: “Con cuidados y amor mis padres me criaron, y a medida que crecía se iba definiendo mi personalidad. Dice mi madre que fui muy madura para comprender cualquier situación. Desde los dos años de edad me aprendía versículos de la Biblia para compartirlos en las clases dominicales. Crecí en un hogar católico, sin embargo, mis abuelos paternos cristianos evangélicos me llevaban a los cultos, donde me gustaba escuchar la palabra del pastor. Por ello mi contacto con Dios ha sido especial”  
“Cursé mis primeros estudios en la Unidad Educativa Padre Víctor Iriarte “Fe y Alegría”, desde preescolar con mi maestra Omaira con su pelo largo y negro. Me costó mucho adaptarme al primer grado, pero la maestra Milegni Yagua era tan dulce que con el tiempo no quería faltar a la escuela, actualmente siempre la veo y me siento orgullosa de seguir sus pasos. Mi maestra de 2do, Gladys, quería que participara en todo, claro debo admitir que bailaba muy bien. Mirelbis de tercer grado, fue muy cariñosa, lamentablemente murió hace algunos años de cáncer”. 
“Recuerdo claramente el rostro de mis compañeros siendo niños, sobre todo el de Ana Luisa, quien tras un trágico accidente de moto murió junto a su hermana; esa muerte hirió mucho mis sentimientos, pues era mi amiga, nos vestíamos iguales, jugábamos, peleábamos y cumplíamos año casi el mismo día, por eso nunca la olvidaré, quizá mi rendimiento académico bajó por lo sucedido. En quinto grado, la maestra Kelida Reyes fue transcendental en mi formación y junto a la maestra de sexto Gisela, explotaron mis cualidades de dedicación, inteligencia, esmero y gran sensibilidad. Amé desde pequeña el deporte y me prepararon físicamente para ser atleta en los juegos Internazaret”.
“Siempre demostré amor y respeto por la patria, de esta manera representé a la escuela como Vicepresidenta de la Sociedad Bolivariana Estudiantil, en la ponencia Regional de periódico mural, junto a mi amiga y compañera María Altagracia Hidalgo; una experiencia enriquecedora que llenó de orgullo a mi familia y profesores”.
“Otro momento inolvidable fueron mis quince años, ya que era un sueño de niña bailar el vals junto a mi padre, hermano, abuelos, tíos, primos y amigos. Con esfuerzo, mis padres prepararon una fiesta y me compraron un hermoso vestido blanco; mis amigos más allegados me acompañaron en el vals, y una pequeña reseña leída por mi profesora Delfina Roa esa noche llenó mi corazón de alegría por tantas bendiciones recibidas”.