lunes, 25 de abril de 2022

LA TRADICIONAL FIESTA DE SANTA CRUZ DE LOS TAQUES

     

             Estuve conversando con algunos taqueros y taqueras, y me dicen que mi difunto amigo Ramiro Jesús “Chucho” Díaz, el Eterno Cronista, taquense de pura cepa, quien amó a su Santa Cruz de Los Taques con genuino amor, e inclusive investigó y vivió el quehacer de la cotidianidad de los taquenses: las familias, usos, tradiciones y personajes notables de esta ciudad y municipio en su libro Los Taques, Geografía Humana, hace una descripción magistral de las Fiestas de Mayo.

Consideramos que en el Blog de Crónicas de la Oficina del Cronista del Municipio Bolivariano Los Taques se debe publicar lo que este ilustre cronista escribió sobre el tema. Sé que en el cielo donde se encuentra este insigne escritor le regocijará que cite lo que él publicó sobre las alegres festividades de su ciudad natal (página 52). Sin duda alguna, una tradición donde se ponen de manifiesto las herencias y costumbres de nuestra gente; pero más allá de ello, donde expresamos por medio de cantos, alabanzas y oraciones nuestra fe. 

La finalidad es que todos puedan leer lo plasmado por el amigo Chucho Díaz, tanto las generaciones actuales como las futuras. El Blog está en internet y es leído en nuestro país y fuera de él. El comité organizador actual me va a facilitar una descripción de las festividades del 2022, pero eso será otra historia o crónica por contar. Recuerden que aquí el protagonista es el pueblo taquense.

“La máxima expresión de tradición taquense está referida a las Fiestas de Mayo, destacando que no se tiene un registro exacto de sus inicios. El primer organizador fue Basilio Irausquín; muchos años después fueron los esposos José Álvarez e Írcida Falcón de Álvarez. Al fallecer José, cariñosamente llamado “Tíolai”, doña Írcida continuó con esta labor casi hasta su muerte. El valor religioso fue considerado el más importante, y el gran acontecimiento era la visita del obispo, procedente de Coro, y el sacerdote que venía de Pueblo Nuevo. Su estadía en la comunidad era de tal trascendencia que, para la preparación de las comidas que consumirían estos visitantes, contrataban a la señora Trina Hidalgo, que habitaba en Pueblo Nuevo y era famosa por la exquisitez de sus platos. Las festividades duraban aproximadamente ocho días. El obispo y el sacerdote solo venían para tal ocasión, por lo que se aprovechaba su presencia para realizar los bautizos, confirmaciones, primeras comuniones y matrimonios”.

“Para la celebración de estas fiestas, los parroquianos se preparaban con antelación para lucir sus mejores galas y estrenos. Muchas damas se perfumaban con Loción Pompeya, la cual adquirían en la bodega de Ancilio Irausquín en forma detallada, a real y a bolívar. Después aparecieron los populares Tabú y Ramillete de Novia, los caballeros usaban Narciso Negro, Silencio en la Noche y Jean Marie Farina, de Roger&Gallet de París. Los provenientes de los caseríos y campos venían a caballo y burro, y muchos de ellos a pie. Según anécdotas, los zapatos los traían en la mano y se los ponían en los cujisales del estanque del pueblo y la laguna, donde después se construyera el estadio Polibio Zea y el parque infantil.”


“Desde el día primero de mayo la bahía se veía adornada con goletas, balandras y botes fondeados en las cristalinas aguas, e identificados con banderas. El repique de campanas empezaba el día dos de mayo, y esta actividad la realizó Heriberto Irausquín hasta que la salud se lo permitió. Posteriormente, fue sustituido por José Antero Quevedo y Teófilo Sánchez.  Los fuegos artificiales y la Cruz los traían de Maracaibo por vía marítima, y los cohetes los fabricaba Juan Pío Díaz de Punta de Los Taques. El encendido de los mismos los realizaba Tomás Ortúñez en vísperas, el dos de mayo en la noche”.

“Los grupos musicales que amenizaban estas fiestas procedían de la parte oriental de la península de Paraguaná. Entre los más conocidos estaban los Hill y los Núñez. De estos, se recuerda a José María Hill (trompetista), Ramón Díaz (clarinetista), Servando Fierro (cuatrista), Neptalí Núñez (clarinetista), Magdaleno Núñez (violinista), Simeón Valdéz (maraquero), Rosendo Reyes (bombardino), Eleuterio “Tello” Díaz (clarinetista), Ramón Ilarreta (violinista), Segundo Ilarreta (cuatrista) y José Eugenio Ilarreta (violinista). Al paso del tiempo, doña Írcida contrató las agrupaciones Armonía y Alma Coriana, de Coro. Cuando se iban a iniciar las vísperas, doña Edelmira Gotopo, cubierta con un romantón, era la primera dama que bajaba montada en su mula, cuya silla adornaba con borlas de vistosos colores. Todavía se recuerda esta estampa”.

“El día tres, día de la Santísima Cruz, en la mañana se celebraba la misa y el grupo musical interpretaba el himno nacional al momento de la elevación de la hostia. En la tarde se realizaba la procesión, cuyo recorrido se hacía por las calles de la población hasta el sitio histórico donde se desembarcó la Cruz, en la conocida Explanada de los Cuatro Vientos. (donde desembarcaron en 1502 los invasores españoles capitaneados por Alonso de Ojeda, repararon sus navíos y se aprovisionaron de agua de los esteros. Era el mes de mayo, mes de lluvias. Este desembarco no es aceptado por muchos historiadores y ha creado controversia). Se efectuaba la romería al compás de las marchas interpretadas por el conjunto musical contratado para las festividades. Era costumbre que el 3 de mayo las familias y amistades se retrataran en grupo, con la finalidad de conservar un recuerdo de un año más e celebración de las famosas Fiestas de Mayo”.

“Uno de los fotógrafos a quien más se recuerda es Ramón “Monche” González, nativo de Villa Marina (Punta de Los Taques). Ejerció este oficio por mucho tiempo; su cámara ya obsoleta por los años se la donó al grupo Amigos de la Danza, que dirige Adolfina Medina, quienes realizaban bailes en las casas de Baldomero Falcón Quevedo (hoy Casa Parroquial), José Álvarez e Írcida de Álvarez, y Miguel Salima, los cuales amenizaban los conjuntos contratados para la fiesta. También en el sector La Playa, en la casa de Cornelio González, se celebraban fiestas con auténtica música paraguanera, difundida por los clarinetistas Silvestre Lanoy y Reducindo “Chindo” Medina, los violinistas Ramón y Eugenio Ilarreta acompañados por el cuatrista Jesús Ilarreta”.

“Se realizaban riñas en las galleras de Mariano Sánchez y Miguel Salima. En el año 1935 se efectuó por primera vez en estas festividades una faena taurina, organizada por el Jefe Civil, Teniente (R) Marcial Barreto Méndez, andino criado en el llano y amante del toreo, quien dio una demostración de este arte invitado para los taquenses de la época. Para realizar esta faena utilizó la calle donde estaban ubicadas las casas de Ancilio Irausquín, Belisa Irausquín y Miguel Salima, aprovechando el cerro y bloqueando las vías de acceso para su improvisada plaza de toros. Juego de envite se montaban desde el dos de mayo en horas de la tarde, alrededor de la plaza se ubicaban mesas de juego, bazares y predicciones de futuro. Era una de las diversiones más concurridas, y se prolongaban hasta el día 4 inclusive ininterrumpidamente. Por las noches utilizaban lámparas de gasolina y otros dispositivos.”

“La realización de los bautizos, confirmaciones, matrimonios y primeras comuniones fue motivo para extender estas celebraciones, donde sobresalían los habitantes de los sectores El Cerro, El Chaleco y La Playa. Una de las atracciones principales del Día de la Cruz fue montarse en los autobuses foráneos: el paseo era de Los Taques a Punta de Los Taques y viceversa; el pasaje de ida y vuelta tenía un valor de 25 céntimos de bolívar. El tramo para entonces estaba cubierto de abundante vegetación: se observaban cujíes, mangles, tunas, urupaguas, cardones y cariñitos.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sus comentarios son importantes para el autor. Por favor, utilice un lenguaje cortés y respetuoso al dejarnos saber su opinión acerca de lo publicado.