JAIRO ALEXANDER ÁVILA VALERO

Como muchos jóvenes taquenses, este joven nació en Hospital de Judibana, el 03/02/2010, tiene 14 años, y se ha criado en Los Taques, hijo de Lilisbeth Valero y Jairo Ávila, su abuela materna es Alix Valero, sus hermanos son Alix Mar, Álex y Alex Eduardo. Lo conocí en la SRI (Sala de Rehabilitación Integral) de Los Taques, donde recibe terapias de rehabilitadoras y rehabilitadores cubanos (terapeutas) quienes con mucho esmero, eficiencia y con profundo sentido humanista y cristiano le realizan terapias todos los días, y además es evaluado por una médica fisiatra. Estudia segundo año en el Liceo Pedro Antonio Leleux, con un régimen especial de estudio a causa de sus dificultades de desplazamiento -es un excelente estudiante-, y desea estudiar ingeniería informática.

Jairo, ¿podrías hablarme sobre tu vida?

“Profesor Muñoz, soy cristiano evangélico, me congrego en la Iglesia “Dulce Refugio de Los Taques”, el pastor es Breidy Briceño, hombre de Dios quien no solo predica la palabra, sino que realiza la obra. Yo asisto todos los jueves y los sábados al culto. He predicado en la Iglesia, pertenezco a un grupo de jóvenes cristianos evangélicos que se llama Generación 10: 31”.

“Exhorto a creer en Dios y en Jesucristo su Hijo, exhorto a todos los que leen esta crónica a aceptar a Jesucristo Resucitado y Redentor en sus corazones y a practicar la Palabra. Siento en mi corazón que Él anda por esas calles muy pendiente de todos nosotros, que no nos abandona nunca, que el gran problema de nosotros los seres humanos es la desobediencia, el no acatar y cumplir la palabra de Dios. Sin embargo, el Creador es misericordioso y envió a su Hijo Jesucristo a redimir y perdonar nuestros pecados. Hay un camino y una verdad, que consiste en amar a nuestro prójimo y en predicar la Palabra de Dios”.

¿Y qué es el bien para ti?

“Para mí, el bien es predicar la Palabra, pero por supuesto, debe ir acompañada con el ayudar a nuestros semejantes; la vida es una gran cruzada donde cada día debemos tenderle la mano al prójimo que necesite de nosotros. El hombre y la mujer no se salvan por supuesto sólo por hacer obras, sino que éstas deben ir acompañadas por la predicación de la Palabra de Dios. Elevo oraciones al Cielo para que el Señor le haga comprender al Presidente de EEUU y a todos los que tienen poder de decisión en esa nación, que el bloqueo económico y las sanciones en realidad a quien perjudica es al pueblo venezolano. Presidente Biden, nosotros los más necesitados somos quienes estamos soportando el peso de sus medidas contra nuestra patria, la República Bolivariana de Venezuela. Uno pasa una sola vez por esta vida, después nos espera la salvación eterna en el Cielo o el castigo eterno en el Infierno. Dios nos observa, todos estamos inscritos en el Libro de la Vida, y seremos juzgados por la Justicia Divina, de eso no tenga la menor duda.”