lunes, 6 de mayo de 2024

SESIÓN SOLEMNE SANTÍSIMA CRUZ DE MAYO Y DÍA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES Y LAS TRABAJADORAS

   El viernes 03 de mayo de 2024 se realizó en la plaza Bolívar de Santa Cruz de Los Taques, Paraguaná, Falcón, la Sesión Solemne por la Santísima Cruz de Mayo y Día Internacional del Trabajador y la Trabajadora. El presídium estuvo integrado por la alcaldesa Lcda. María Arcaya Comenencia, la Presidenta de CONCELOSTAQUES Lcda. Annolis Arias, la Síndico Municipal Lcda. Raiza Bolívar, el Cronista Oficial del Municipio Profesor Jesús Muñoz Freites, el distinguido y honorable Orador de Orden Profesor Henry J. Enriche M. y el Secretario de la cámara TSU Jhonny Reyes.

El acto se inició con el llamado de las personas mencionadas a integrar el presídium, y a continuación se entonó el Himno Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, Gloria al Bravo Pueblo. Luego, el Orador de Orden fue conducido al presídium e hizo uso de la palabra; también hablaron en este acto la Alcaldesa Lcda. María Arcaya Comenencia y la Presidenta de CONCELOSTAQUES Lcda. Annolis Arias, quienes resaltaron la importancia del gentilicio y la identidad de los taqueros y taqueras, como a los pobladores de esta ciudad les gusta ser llamados. En la Sesión Solemne, también fue otorgada la Orden Cruz de Mayo a personas ilustres y meritorias del Municipio Bolivariano de Los Taques.

El acto culminó con la entonación del Himno del Municipio; estuvieron presentes también en el acto la Arquitecta Daily Chirinos, la Jueza Municipal doctora Nancy Falcón, MgSc Jhonny Gómez, la Abogada Antineska Senior, Directoras y Directores de la Alcaldía y de los Institutos Autónomos, como también los concejales y concejalas: Vicepresidente Luis Eduardo Zárraga Zavala, el MgSc Juan José Eljury Henriche, la Lcda. Amarilis Goitia Semeco, la TSU concejala Rosa Salazar, el ciudadano Brandy Daal, el ciudadano Edixon Román. A continuación, el discurso del honorable Orador de Orden Profesor Henry J Enriche M.

“Es para mí un orgullo ser el Orador de Orden de esta maravillosa celebración como lo es la Santísima Cruz de Mayo. Hablar de la Santísima Cruz de Mayo, es remontarse a la época en que el emperador Constantino, en batalla contra los bárbaros, tuvo una visión en el cielo, pidiéndole que sustituyera las águilas imperiales de las insignias de las legiones romanas por la cruz símbolo de los cristianos, de manera que con ese signo vencería a los enemigos del imperio romano”.

“La madre del emperador Constantino, Santa Elena, se dedicó a buscar el madero donde estuvo clavado el Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, hasta que lo encuentra en Jerusalén. Se cree que fue a partir de ese momento en que fue encontrada la cruz, nace su veneración y celebración, un día 3 de mayo”.

“Es de resaltar, que en el viejo continente la celebración de mayo o de las mayas proviene de ritos paganos alusivos a la primavera, anteriores a los establecidos en el calendario católico cristiano, que luego se cristianizan siendo muy popular y recordados en España durante los siglos XVII y XVIII, por lo que el misionero católico, que apenas sabía algunas palabras de los idiomas de los habitantes autóctonos del Nuevo Continente a quienes venían a imponer su religión -evangelizar-, para hacerse entender necesitó servirse de símbolos externos para reforzar sus enseñanzas”.

“Era primordial inculcar la idea de Dios, unido al misterio de la Redención y a la verdadera recompensa después de la vida terrenal. Para ello recurrían a la cruz, la que colocaban en alguna colina o lugar visible cerca de las misiones, como un medio de mantener viva la doctrina; nombraban fiscales o diáconos encargados en los pueblos, quienes tenían el compromiso de bautizar y rezar los días festivos en la capilla o al pie de esa cruz expuesta a la veneración pública, ubicadas en cerros, intersecciones de caminos u otros espacios concurridos”.

“Allí se administraban los oficios religiosos por los fiscales cuando el sacerdote no estaba. Un fiel llamado fiscal, era el encargado de cuidar la imagen, realizar los sacramentos y rezar a sus pies los días festivos, por lo que los misioneros fundaron hermandades encargadas de mantener el culto a la cruz y de homenajearla durante mayo. Los fiscales debían dirigir la procesión en busca de flores, limosnas y convocar a la gente para unirse al culto. Es por ello, que la expresión religiosa que tiene como símbolo la Santísima Cruz, representa la identidad cultural de los pueblos que iniciaron su celebración aproximadamente hace 250 años en casi todo el territorio nacional, especialmente en los pueblos costeños. Este acontecimiento ha incentivado la fe en los creyentes a adorar la crucifixión de Jesús y ampararse del mal mediante su gran poder. Así mismo, los misioneros eran responsables de impartir el culto que se realizaba durante el mes de mayo, uniendo a los feligreses a participar en la procesión que se hacía en honor a la cruz”.

“Es a partir de entonces cuando se comienza a vestir la cruz el 1º de Mayo, y el 3 la festividad concluía cuando la cruz era llevada en procesión por toda la comunidad. Además, en las casas se honraba la cruz: el rezo del rosario, el canto de letanías, con canto a lo divino, y se festejaban con misterales y glorias. Finalmente se desvestía y se guardada en nuevo custodio”.

“Es de destacar que el Municipio Bolivariano de Los Taques no escapa de esta celebración, ya que data desde hace aproximadamente 150 años, incluyendo su iglesia, que según testimonios orales transmitidos por cercanos ancestros nuestros, tiene fecha de inicio de construcción el último cuarto del siglo XIX, aproximadamente en 1881. De allí, que esta celebración comienza en el sector Aurora según algunos historiadores -desde la llegada de los españoles el 3 de mayo de 1502. Afirma el Cronista Oficial del municipio, profesor Jesús Muñoz Freites, que el capitán Alonso de Ojeda pudo haber desembarcado para recargar agua, que se le había agotado, en los esteros, y continuó su viaje sin construir fortaleza alguna ni fundar población, por lo que los habitantes asumieron la Santísima Cruz como patrona de Los Taques con el pasar de los años, ya que un misionero iba en el navío y al efectuarse el breve desembarco portaba la cruz”.

“Normalmente durante la bajada de la cruz se presentan danzas al compás de música tradicional de los Violines de Paraguaná, quienes bailan la cruz para dar inicio a la fiesta patronal. Es de resaltar que el primer organizador fue Basilio Irausquín; muchos años después fueron los esposos José Álvarez e Írcida Falcón de Álvarez, al fallecer José -cariñosamente llamado Tiolai-, doña Írcida continuó con esa labor casi hasta su muerte”.

“El valor religioso fue considerado el más importante, y el gran acontecimiento era la visita del Obispo procedente de Santa Ana de Coro, y el sacerdote que venía de Pueblo Nuevo. Su estadía en la comunidad era de tal transcendencia que, para la elaboración de las comidas que consumirían estos visitantes, contrataban a la señora Trina Hidalgo, que habitaba en Pueblo Nuevo y era famosa por la exquisitez de sus platos. Las festividades duraban aproximadamente 8 días. El obispo -quien era un buen gourmet- y el sacerdote sólo venían para tal ocasión, por lo que se aprovechaba su presencia para realizar los bautizos, confirmaciones, primeras comuniones y matrimonios”.

“Para la celebración de estas fiestas, los parroquianos se preparaban con antelación para lucir sus mejores galas y estrenos. Muchas damas se perfumaban con loción Pompeya, la cual adquirían en la bodega de Ancilio Irausquín en forma detallada, a real y a bolívar. Después aparecieron los populares Tabú y Ramillete de Novia, los caballeros usaban Narciso Negro, Silencio en la Noche, Jean Marie Farina de Roger y Gallet de París”.

“Los provenientes de los caseríos venían a caballo, mulas, burras y muchos de ellos venían a pie. Según anécdotas, los zapatos los traían en la mano y se los ponían en los cujisales del estanque del pueblo y la laguna, donde después se construyera el estadio Polibio Zea y el Parque Infantil. Desde el día 1 de mayo, la bahía se veía adornada con goletas, balandras y botes fondeados en las cristalinas aguas e identificados con banderas. El repique de campanas empezaba el 2 de mayo, y esta actividad la realizaba Heriberto Irausquín hasta que la salud se lo permitió. Posteriormente, fue sustituido por José Antero Quevedo y Teófilo Sánchez, los fuegos artificiales y la cruz los traían desde Maracaibo por vía marítima y los cohetes los fabricaba Juan Pío Díaz de Punta Los Taques, el encendido de los mismos los realizaba Tomás Ortúñez en víspera del 2 de mayo, en la noche”.

“Los grupos musicales que amenizaban estas fiestas procedían de la parte oriental de la península de Paraguaná; entre los más conocidos estaban los Hill y los Núñez. De éstos, se recuerda a José María Hill (trompetista), Ramón Díaz (clarinetista), Servando Fierro (cuatrista), Neptalí Núñez (clarinetista), Magdaleno Núñez (violinista), Simeón Valdéz (maraquero), Rosendo Reyes (bombardino), Eleuterio Díaz (clarinetista), Ramón Ilarreta (violinista), Segundo Ilarreta (cuatrista) y José Eugenio Ilarreta (violinista). Al paso del tiempo, doña Írcida contrató las agrupaciones Armonía y Alma Coriana, de Coro”.

“Cuando se iban a iniciar las vísperas, doña Edelmira Gotopo, cubierta con un romanton, era la primera dama que bajaba montada en su mula, cuya silla adornaba con borlas de vistosos colores. Todavía se recuerda esa estampa”.

“El día 3 de la Santísima Cruz de Mayo se celebraba la Misa en la mañana y un grupo musical interpretaba el Himno Nacional al momento de la elevación de la Hostia. En la tarde, se realizaba la procesión cuyo recorrido se hacía por las calles de la población, hasta el sitio histórico donde los invasores españoles desembarcaron la cruz y se aprovisionaron de agua, en la explanada de los Cuatro Vientos”.

“Se efectuaba la Romería al compás de las marchas interpretadas por el conjunto musical contratado para las festividades. Era costumbre que el 3 de mayo las familias y amistades se retrataran en grupo, con la finalidad de conservar un recuerdo anual de la celebración de las famosas Fiestas de Mayo. Es oportuno resaltar que uno de los fotógrafos a quien más se recuerda fue Ramón “Monche” González, nativo de Villa Marina (Punta de Los Taques). Ejerció este oficio por mucho tiempo, su cámara ya obsoleta por los años se la donó al grupo Amigos de la Danza, que dirigía Adolfina Medina, quienes realizaban bailes en la casa de Baldomero Falcón Quevedo (hoy casa parroquial); José Álvarez, Írcida de Álvarez y Miguel Salima amenizaban los conjuntos contratados para la fiesta”.

“También en el sector La Playa, en la casa de Cornelio González, se celebraban fiestas con auténtica música tradicional paraguanera, difundida por los clarinetistas Silvestre Lanoy y Rudecindo “Chindo” Medina, los violinistas Ramón y Eugenio Ilarreta acompañados por el cuatrista Jesús Ilarreta. Así mismo, se realizaban peleas en las galleras de Mariano Sánchez y Miguel Salima. En el año de 1935, se efectuó por primera vez una faena taurina organizada por el Jefe Civil Teniente (retirado) Marcial Barreto Méndez -andino criado en el llano y amante del toreo, quien dio una demostración de ese arte invitado por los taquenses de la época”.

“De acuerdo con los habitantes que participan en la tradición, la Cruz es un símbolo hecho de madera que es decorado con papel crepé o plástico blanco, azul y rojo: estos colores representan el agua, el cielo y la sangre derramada por Cristo Jesús, respectivamente. Llenan la cruz con trozos de material estilo banderines. Es colocada en una estructura horizontal tipo carruaje, que permite ser cargada por las personas, para que la vean y puedan unirse a la plegaria y rosario que en forma de cántico era recitado. Es de destacar que aquí en Los Taques la cruz se quema, que no es otra cosa encender fuegos artificiales que explotan la figura de la cruz y nos recuerdan nuestra fe cristiana. Es parte del folklore regional decir: “Los locos de Los Taques están quemando la cruz”. Frase que nos caracteriza como taquenses de fe y tradición”.

“Es por ello que, desde el año 2005, el gobierno municipal se dedicó a constituir un comité organizador para que la festividad fuera un acto establecido y concentrado, con el propósito que todos los creyentes participaran con fervor y alegría”.

“Es también propicio el momento para enaltecer el Día Internacional del Trabajador, el cual se celebra en la República Bolivariana de Venezuela desde hace 86 años; fecha histórica nacional e internacional por la lucha y respeto de los derechos laborales dignos. Además que han logrado derechos y beneficios que han sido reconocidos por la legislación en materia laboral, contemplados en contratos y convenios de trabajo. Mis saludos y felicitaciones para todos esos trabajadores y trabajadoras que cada día salen a dar lo mejor de sí para llevar el sustento al hogar, y luchan para construir un mejor país a pesar de las adversidades que se presentan cada día”.

“Finalmente, quiero hacer hincapié en el rescate de las tradiciones, de nuestro sentido de pertenencia, que valoren nuestro templo, la Santísima Cruz, nuestro pueblo y que los enaltezcamos todos unidos, en nombre de Dios”.






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