sábado, 6 de mayo de 2017

· EL POLICÍA ·

En Jayana vive un sargento jubilado de la policía de Falcón, con quien sostuve una conversación. “Buenas tardes, sargento Ramírez, ¿cómo lo trata la sequía?” “Rogándole a Dios y a las Ánimas de Guasare que llueva a cántaros, profesor Muñoz Freites. Necesitamos que caigan unos fuertes chaparrones, pero sobre todo, que llegue el agua por las tuberías”.
“Profesor, antes de hablar de cualquier cosa, quiero aprovechar la oportunidad de enviarle un mensaje al ciudadano Presidente Nicolás Maduro: yo soy jubilado, le agradezco los aumentos a los trabajadores activos y jubilados, pero los empresarios y los comerciantes no ha terminado usted de anunciar el aumento de sueldos, cuando ya suben los precios, aún más, los precios de los artículos regulados los aumentan todos los días, con decirle que todo lo que se vende en las bodegas, abastos, mercados y farmacias cambia de precio diariamente como por arte de magia”.
“Presidente, congele todos los precios por Decreto Presidencial e implemente una medida que permita que las medicinas para los niños y los hipertensos aparezcan y se puedan comprar a precios razonables. El medicamento para la tensión no lo hay en ningún expendio de medicinas, y esto me parece gravísimo, cualquiera se puede morir de una subida de tensión”.
“Bien, Ramírez, hábleme de su vida”. “Mi nombre es Ramón Antonio Ramírez Maldonado; nací en Pueblo Nuevo, Paraguaná, el 27-12-1957, llevo viviendo en Jayana 22 años. Mis padres se llamaban Ricardo Ramírez Acosta e Hilda María Maldonado de Ramírez; mi abuela fue Evangelista Acosta de Ramírez; mis hermanos se llaman -o como le gusta a uno de ellos decir, ‘los llaman’-: José Gregorio, Ricardo Ramón, Miriam Yudith, Josefina Antonia y Deisy del Carmen”.
“He tenido dos uniones, la primera con María Teresa Oberto de Ramírez madre de mis hijos: Eliezer Ramón, Daisy del Carmen y Yurianny Beatriz, todos Ramírez Oberto. Luego me uní a Esther Margarita Díaz -natural de Los Taques- con quien procreé a Eglymar, Estefhanny y Rosymar Ramírez Díaz; mi compañera antes de conocerme tuvo 2 hijos, Roberto Ramón y Silmary Esther Aldama Díaz. Todos mis hijos nacieron en el Centro de Salud de Judibana. Mis nietos son Alexander Ramírez, María Alejandra, Yuleixy, Mariana, Jeanpier, Ramier, Yufreiny Ramírez, Roberto Damián, Los Ángeles Kamila, Miriam Esther Aldama Tineo y Romina de Los Ángeles Tineo, Carmen y Kael Ramírez, Roberto Indunglas y Ashley Guevara, Jorge, Antonella, Rosielyz y Elizabeth Ramírez”. 
“Obtuve el 6º grado en la Escuela Básica 23 de Enero, Punto Fijo y saqué el 3er año en el servicio militar 1977-1978. Mi primer empleo fue como ayudante de panadero en la panadería Las Mercedes, trabajé en las panaderías Jacinto Lara, y Yocoima, entre otras y aprendí a hacer pan, soy maestro en masa. Dejé la panadería e ingresé en las FFAAP de Falcón como agente efectivo en 1979, obtuve el grado de Sargento Mayor y fui jubilado como Supervisor Jefe; volví a trabajar como panadero en la panadería El Palacio del Pan en Judibana. Me siento orgulloso de afirmar que nunca usé mi arma de reglamento para darle un tiro a alguien; no tengo enemigos personales, no abusé de mi condición de policía y de la fe púbica, en los lugares que trabajé me distinguí por combatir la delincuencia y por mi honestidad”.
“Destacado en Tucacas en 1989, unos delincuentes asaltaron una joyería en Mirimire y los perseguía la GN. Nos pasaron la novedad, visualizamos el vehículo, les atravesamos la patrulla en la carretera; les dimos la voz de alto, abrieron fuego contra nosotros y fui herido de dos disparos, en una pierna y en un brazo; sin embargo, los capturamos.

Una situación extraña que me ocurrió fue cuando me quedé accidentado, se le descargó totalmente la batería al carro; nadie se detenía, caminé hasta las Ánimas de Guasare, les rogué con fe, retorné y para mi sorpresa el automóvil prendió como un yesquero”.  

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