“Profesor
Muñoz Freites, mi nombre completo es Zuly Sofía Gómez Salazar, mis padres
fueron Josefina Isidora Salazar Rodríguez y Pedro Otilio Gómez Irausquín; mis
abuelos paternos Pedro Enrique Gómez Sierralta y Carmen Sofía Irausquín, y los
maternos Pedro Manuel Salazar y Rosa Rodríguez (todos difuntos). Nací en el
Centro de Salud Dr. Carlos Diez del Ciervo en Judibana el 20-10-1964; los hijos
de mis padres fuimos: Ingrid (difunta), Luwin, Neidy, Pedro, Edwin, Wendy,
Neidy, Grey, Marda, Hardy y mi persona. Tengo 4 hijos, Doraisy - la parí a los
19 años- y Yuliana Palmar Gómez, Ángel David Camacho Gómez y Gonzalo Distefano
Rangel Gómez”.
“Los
gringos duermen en camas separadas. Un día le fui a llevar la comida a la cama
a Mrs. Helen -la gringa se desayunaba sin limpiarse los dientes-; ella tenía la
caballera amarilla como el sol, y su esposo era calvo; tenían un amigo llamado
Mr. John Sugar y la esposa se llamaba Mrs. Wendling, de un lugar llamado
Oklahoma. Su amiga tenía la cabellera negra azabache, ¡cuál sería mi sorpresa!
Mrs. Helen estaba en su cama con Mr. Sugar y Mrs. Wendling con el esposo de su
amiga. Me espanté y se lo conté a mi mamá. ‘Hija, se me olvidó decirte que esa
gente es muy extraña, les encanta intercambiarse las esposas’. Hasta ese día
trabajé en esa casa. Cuando cumplí 13 años la norteamericana me regaló una
afeitadora con su hojilla y me dijo: ‘debes rasurarte los vellos de tu vagina y
las axilas, y toma esta caja de toallas sanitarias, no te debes poner más
trapitos como your mother, my little
girl.”
“Estoy
a la espera de la pensión que el señor Presidente dice que me gané por trabajar
toda la vida. Las domésticas tenemos derechos, y yo he lavado y planchado toda
mi vida. O a un crédito, para criar conejos. Los que trabajamos toda la vida debemos
recibir una pensión que cubra nuestra alimentación y medicinas. Necesito la
tarjeta de la Patria que me garantice la pensión de los Hogares de la Patria,
ya que soy muy pobre.”
“Profesor
Muñoz Freites, usted debería poner su nombre como Constituyentista de la
Tercera Edad. El Presidente Maduro llama a lo que deseamos todos los
venezolanos y venezolanas, la paz. No se trata que la gente se reconcilie, que
no sería nada malo, pero para empezar que no nos veamos como enemigos. Cada
quien tiene derecho a pensar distinto, para eso vivimos en democracia. Recuerdo
que usted y Rosa sembraron -cuando las Cooperativas- 50 matas de tomate y
obtuvieron más de 300 kilos, y comimos tomate bueno y barato”.
“Le
quisiera pedir al Presidente Maduro que congele los precios, y mano dura contra
los bachaqueros, especuladores y acaparadores: métalos presos, y que haga un decreto
de congelación de precios”.
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