miércoles, 22 de marzo de 2017

· La Educación Inicial ·

Lectoras y lectores de La Crónica Taquense me solicitaron que dé más detalles de lo que le ocurrió a la docente Ornela Carolina Dacosta Gómez Vargas en su niñez cuando cursaba el 2º grado; pero antes de hacerlo, les informo que al blog de la oficina del Cronista Oficial del Municipio Los Taques, en un mes han ingresado 12913 visitas desde Venezuela, Estados Unidos, Latinoamérica, Europa y otras partes del mundo.

Como me dice mi transcriptora, Olaya Hernández Franco: “profesor Muñoz Freites, lo que se publica en internet es eterno, a menos que un cataclismo desaparezca la Tierra del Sistema Solar, dentro de 500 años su blog de crónicas se leerá, y se sabrá de la vida de las personas con quienes usted conversa, y de los sucesos, tradiciones, costumbres, leyendas sobre las que usted escribe; su blog es para que las generaciones futuras conozcan sobre el pasado”.
Le pregunté a la profesora Ornela: “Dígame colega, ¿cuál es desde su óptica la finalidad de la educación inicial?” “Profesor Muñoz Freites, la escuela en sí, es el sitio donde se adapta el individuo a la sociedad, donde junto con el hogar los miembros de la sociedad se hacen personas humanas, y el inicio de ese proceso es el hogar y la institución donde se imparte la educación inicial. Lo que las docentes deben internalizar de la siguiente manera: la educación inicial es un derecho impostergable de los niños y niñas en la primera infancia; es atender al infante de manera integral desde su nacimiento hasta los 6 años tomando en cuenta las características sicológicas y físicas y del medio ambiente donde vive, desarrollando en ellos las experiencias pedagógicas y de cuidado para que todos los planes de los ambientes de inicial se apliquen y tomen como punto de partida los intereses, inquietudes, aptitudes, capacidades y aprendizajes de destrezas de las niñas y niños que están a cargo del docente”.
“No se trata como fin último entrenar al infante para el ingreso a la educación primaria, sino ayudarle a que expanda sus habilidades, destrezas y experiencias que motoricen su desarrollo; ellos juegan, exploran su medio, se expresan a través del arte y asimilan la literatura a través de los cuentos que se les leen; créame profesor Muñoz Freites, mi objetivo como directora del CEI Simoncito Villa Marina es que las docentes a mi cargo cumplan al pie de la letra lo anteriormente descrito, sin embargo cumpliéndose el requisito de toda buena escuela, como le escuché hace años al Profesor Aristóbulo Istúriz cuando era Ministro del Poder Popular para la Educación y visitó al municipio Los Taques”: ‘La materia más importante que debe impartirse en una escuela es la papa, la comida’ “.
Trascribo la anécdota de la profesora. “Estudiando el 2º grado en la EB Josefa Victoriana Riera con la maestra Mirian, se puso un pote con el cual debíamos ahorrar para gastos de arreglos del salón y comprar papel; había unas compañeras muy pobres que no tenían ni como comprar su merienda; yo compartía lo poco que llevaba con ellas. Un día estaba en el salón y casi todas mis amiguitas pobres esperaban un pedacito de mi arepa. De pronto pensé en brindarles, pero el dinero tampoco me alcanzaba, y fue cuando tomé del pote y las llevé a todas a la cantina, las coloqué en fila y les di una empanada y un jugo a cada una”.
“Cuando llegué al aula, la maestra se dio cuenta y me llama y me pregunta por el dinero; yo me quedé fría al rato me envió a mi casa con una citación. Se dieron cuenta porque la cantidad de dinero que se perdió era la misma que gasté en la cantina y por eso me descubren. Al llegar a mi casa, mi padre me dio una paliza que hasta la fecha nunca he olvidado, pero sé que Dios me perdonó por tomar el dinero del pote para darle de comer a mis amiguitas. Después de casi 30 años, me encontré con algunas de ellas y recordaron el episodio y me abrazaron con cariño inolvidable”. 

sábado, 18 de marzo de 2017

· ORLENA CAROLINA ·

Fui invitado por el profesor Rixon Quevedo, Coordinador del Centro Local de Investigación y Formación Docente del Municipio Escolar Los Taques, a disertar sobre el pensamiento y la vida del General del Pueblo Soberano Ezequiel Zamora en el III Congreso Pedagógico de Docentes que se realizó en la Escuela Bolivariana de Judibana el 17-03-2017. Leí una crónica y un ensayo sobre el ideario de este político y militar que vivió en el siglo XIX. Dejo bien claro que me limité a enumerar en la crónica los sucesos en que participó sin enlodarlos de la diatriba política actual, como debe hacerlo un cronista que se precie de ser tal.
Diserté después que la profesora magister Emilia Henriche, Jefa del Municipio Escolar de Los Taques, expuso de manera clara, concisa y nítida los objetivos del III Congreso. Tenía pautado conversar con la directora del CIE Simoncito Villa Marina, Orlena Dacosta Gómez Vargas. Me encontré con ella en el mencionado Congreso, y ni corto ni perezoso adelanté la tertulia: “Profesora Dacosta Gómez Vargas hábleme de su vida, del ejercicio de su profesión; en síntesis, de lo que usted desee.
“Profesor Muñoz Freites, nací en Caracas el 02-05-1973, llevo viviendo 43 años en el estado Falcón y desde 1998 en el municipio Los Taques, me siento realmente taquense. Mi primer Padre es el Señor Jesucristo, y cada mañana me da la bendición en estos caminos, en busca de la salvación eterna. Soy hija de Guillermo Ramón Dacosta Gómez Coronado y Carmen Alicia Vargas de Dacosta Gómez. Mis abuelos: María Segovia Russ, Pedro Dacosta Gómez y Carlota María Coronado, todos ya difuntos”.
“Profesor Muñoz Freites, nunca me he explicado por qué mis padres le pusieron la letra H a los nombres de mis hermanos y hermanas: Ornela, Indhira, Oriana, María Auxiliadora, Pedro Dhimar, Renzo y Gabriel. Tengo una hija que es abogado, la Dra. Maria Bethania Dacosta Gómez y 2 nietos: Carlos Dhimar Chavarri Dacosta Gómez y Brihanna Manuela Chavarri Dacosta Gómez”.
“Mi primer empleo fue en el año 1998 como docente suplente de la EB Los Taques, en la actualidad año 2017 soy la Supervisora Municipal de Misiones Sociales y directora del CEI Simoncito Villa Marina. Como docente me caracterizo por sentir un inmenso amor por los niños y niñas de la Patria, no solamente los que pertenecen a mi institución, sino a todos los que de alguna manera necesitan apoyo, ayuda; me considero una persona humanitaria. Pienso que ser humilde no es pobreza, ya que la humildad es un valor vital para todos; el amor, la solidaridad, la cooperación son importantes para cualquier trabajo como también en el hogar y en el proceder diario”.
“También se debe tomar en cuenta que solo Dios coloca en nuestras vidas la misión a donde nos quiere llevar, nunca es casualidad nuestros pasos, sino que el propósito está escrito en el libro de la vida. No somos perfectos, cometemos errores; pero la idea es corregir, levantarnos con más fuerzas de la que teníamos cuando caímos, eso nos enseñará a un vuelo, a un vuelo de águila, pero dejando huellas en cada aleteo”.

“Profesor Muñoz Freites, estudiaba 2º grado en la Escuela Josefa Victoria Riera con la maestra Miriam, quien propuso llevar un pote en el cual ahorraríamos para los gastos de arreglo de la cartelera del salón de clases. Había un grupo de condiscípulas muy pobres que lloraban en el recreo porque no tenían dinero para desayunar. Sin pensarlo dos veces, me las llevé a la cantina de la escuela y las puse a hacer fila, y a cada una le di dinero del pote para que comprasen. La maestra citó a mi papá y le contó lo que había hecho, al llegar a la casa me dio una fuerte paliza para que aprendiese a respetar lo ajeno. Han pasado tantos años y no olvido este episodio de mi niñez. Tiempo atrás me encontré con algunas de esas compañeras y me lo recordaron”.

sábado, 11 de marzo de 2017

· LAS PESCADORAS ·

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, surge a nivel mundial una controversia: se afirma que este día no debe ser para felicitar a la otra mitad de la especie homo sapiens (mono y mona sabios), sino para conmemorar que un grupo de mujeres falleció en el incendio intencional de una textilera en Nueva York, que ellas mantenían tomada a principios del siglo XX como consecuencia de sus luchas por reivindicaciones laborales, sociales y económicas. Hay dos versiones: la primera, que murieron 146 trabajadoras, la segunda que fallecieron en este criminal incendio 123 mujeres y 23 hombres. Lo cierto es que las puertas de escape las clausuró el dueño de la fábrica con la excusa de evitar robos. En 1910, durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, la dirigente Clara Zetkin propuso en memoria de las obreras calcinadas en dicho incendio se conmemorara el 8 de marzo como día Internacional de la Mujer.
Hay que conmemorar la tragedia, pero a la vez tiene que haber un día especial para felicitar al ser que no sólo nos inscribe en el libro de la vida; sino que nos cría, cuida, educa y quiere. Y este día, el 8 de marzo, lo aprobó la Asamblea de la ONU en 1975. ¡Salve Mujer! Nosotros profesamos genuino afecto a tu alma inmortal y a tu cuerpo generador de vida, y reconocemos y valoramos en toda su dimensión tu rol en el mundo. Y te enviamos un beso y un abrazo del tamaño del universo, este planeta sin ti no tendría sentido, ya que no existiría. Somos radicalmente feministas.
“El día de la mujer son todos los días del año”.  Aún más, el asunto me lo dejó claro mi difunto abuelo Luis María Freites Farías: “nosotros los hombres somos unos ilusos, cuando creemos que las mujeres son nuestra propiedad privada. Nieto, las mujeres deciden siempre cuándo, cómo, dónde y con quién; aún más, la posesión es mutua, ellas en la cama y en la vida también nos poseen. ¿Cuántos no he conocido que lloran porque una mujer los dejó?”.


La pesca artesanal es un trabajo duro. El hecho que en Amuay, como en otros lugares de Venezuela, también las mujeres se dedican a estas faenas, demuestra que lo de “sexo débil” fue un mito inventado por quienes querían someterlas y dominarlas. Hemos podido evidenciar que las féminas poseen tantas destrezas para estos menesteres como cualquier pescador. Según lo publicado por la periodista Josmila Hernández en medio impreso y digital: “Por primera vez seis mujeres pescadoras de Paraguaná fueron reconocidas y condecoradas el sábado 06-03-2017 en medio de un acto cultural en el Complejo Cultural Alejo Díaz de Amuay, el cual estuvo encabezado por el ingeniero Henderson Colina coordinador de la Asociación Ecologista para la Preservación Ambiental (AEPA-Falcón) Organización No Gubernamental en el tema ambiental que se rige por los cánones del Programa de las Naciones Unidas”.
“Se condecoró a la primera mujer pescadora de Amuay, Carmen Benicia Sánchez, quien casualmente el 8 de marzo cumplió 100 años y gran parte de su vida la dedicó a la pesca, luego a las demás pescadoras: Sebastiana Díaz (86), Juana Valbuena (86), Juana Sánchez (86), María Ramona Sánchez (78) y Deisy Frontado (49), quienes recibieron sus merecidas condecoraciones de manos de las personalidades asistentes. Estuvieron presentes en el acto la diputada del CLEF Daicis López, el Defensor del Pueblo en Falcón Dr. Edisoie Sandoval, el concejal Rommy Falcón, el Cronista Oficial del Municipio Los Taques profesor Jesús Muñoz Freites, representantes de la Contraloría Regional, Ministerio PP de Pesca, Unamujer, Eunice Díaz y delegadas del CONPPA Tío Pedro, de la comunidad de El Supí”.

martes, 28 de febrero de 2017

· ESTEBAN GONZALEZ (II) ·

Por disciplina cronicaria, recordaremos que Esteban González es un personaje notable de Amuay, hijo de Antonio José Marín Brett y Juana Lucrecia González; sus abuelos fueron Salustiano ‘Tano’ Díaz y Estelita González y sus hijos son Esteban José, Edwin José, Egleida Josefina, Lucy Mercedes, Elesdy Josefina y Eric José. Tiene 16 nietos y un bisnieto, Luis Eduardo.
“Mi primer empleo fue pescando en cayuco a los 14 años y ayudando a tirar el chinchorro en la orilla; en 1961 conseguí empleo en Correos de Venezuela como cartero y repartía cartas y telegramas. Me resultaba duro cuando tenía que entregar telegramas que anunciaban muerte. Como cartero trabajé 19 años, luego trabajé 20 años en la refinería de Amuay con las contratistas Lancas, Rivaco, Encoma, Barfon y Vict, la que estaba haciendo para Lagoven el muelle de coquer. Tengo solamente la pensión del Seguro Social, ya que las contratistas no jubilaban, al terminar el trabajo lo retiraban a uno. Mi mujer y yo estamos pensionados y vivimos de la pensión, gracias al Comandante Hugo Chávez Frías”.
“Mi padre y mi abuelo tuvieron bodegas, hubo una gran prosperidad de bodegas, negocios de aparejos de pesca y tiendas de ropa en Amuay, y los propietarios eran Eduardo Marín, Abraham Granadillo, Salustiano ‘Tano’ Díaz Irausquín, Francisco Chico Guevara, Eduardo González, Gabriel Cuauro y Antonio Galicia, entre otros. Entre las bodegas recuerdo la bodega Paraíso de Abraham Granadillo, la Bodega Del Pueblo de Eduardo Marín, la Nueva Esparta de Francisco “Chien” Guevara, la de Antero Irausquín, la de Salustiano “Tano” Díaz Irausquín, la de Andrés Corcino Sánchez, la de Eloy Smith y la bodega de Víctor Laguna. Todos los trabajadores petroleros sacábamos fiado en esas bodegas y pagábamos semanal”.
“Yo era el Presidente de la Junta de Vecinos y organizaba las fiestas patronales de Amuay. En 1987 nos reunimos en la plaza y en dos busetas acompañamos a Henry Primera y a los taquenses a solicitar la autonomía para el municipio. Digamos que soy uno de los protagonistas de la separación del municipio del Distrito Falcón”. En Amuay todos éramos urredistas, votábamos por Unión Republicana Democrática, el partido de las tarjetas amarillas, por Jóvito Villalba, ya que nuestros padres eran margariteños como él. El Dr. Villalba pasaba sus vacaciones en Amuay”.
“Profesor Muñoz Freites, una historia extraña que me contó uno de mis tíos, que tenía un amigo que se llamaba Luis Sánchez, quien era muy mujeriego: no podía ver una falda porque se volvía loco. Él trabajaba con el finado Julio Díaz, y se paraba a las 2 am de su chinchorro a lavar el pescado que se iba a salar (no había neveras ni hielo), dormía en el patio y vio pasar una mujer hermosísima, y ni corto ni perezoso Luis se le pegó atrás. La mujer cogió la orilla de la playa y se fue caminando y él se le fue atrás”.


“Llegó al Rinconcito, pero al llegar al Playón la mujer se devuelve; pero él no se dio cuenta que le pasó por un lado; de pronto ve que la mujer va delante de él, de nuevo, y al llegar a la playa donde está la Isleta, se quitó la ropa y quedó totalmente desnuda. Luis corre y la alcanza e intenta agarrarla, la muchacha se le voltea y no le ve los ojos sino dos huecos profundos, y él pierde la voz y cae desmayado".

"En la mañana los hijos, al notar que no aparece, lo buscaron en el Rinconcito, y uno de ellos ve un bulto. Era su padre, desmayado en la orilla; desde esos tiempos este señor quedó mudo y les agarró miedo a las mujeres, regresaba temprano a su casa. No dejaba de tomar aguardiente, pero nunca más le fue infiel a su esposa”. El cuento se lo escribió a un sobrino quien también le ponía los cuernos a su mujer, y es común oírselo contar a los viejos pescadores de Amuay.

sábado, 25 de febrero de 2017

· LA MAESTRA YOYA ·

        Conocí a la señora Eulogia Elena Franco Ventura por ser la madre de mi apreciada transcriptora, (posiblemente la mejor que tiene Falcón) Olaya Hernández Franco. Doña Eulogia nació en Maicara, municipio Falcón, el 11 de marzo de 1930, siendo la primera de los 7 hijos de Eusebio Franco (San Luis, 15.12.1899) y María de Jesús Ventura (Maicara, 14.01.1904). Desde su juventud fue maestra “de las de antes”, empírica y autodidacta; conocida por su trabajo en El Román, Buena Vista y Punto Fijo como la Maestra Yoya, por sus manos pasaron muchos niños y niñas que aprendieron a leer y escribir y jóvenes que hoy son hombres y mujeres útiles a nuestra sociedad paraguanera.
   Se casa la Maestra Yoya en el año 1955 con el profesor Napoleón Hernández Sulbarán, persona de muy estimada recordación en el municipio Los Taques por haber sido el segundo Director de la escuela primaria de Los Taques, a principios de la década de los años 60. Procrearon 7 hijos, cuatro varones (Osbert Anahel, Olbers Alfonso, Odín y Carlos David) y tres hembras (Olaya, Orquídea y Edwigis), quienes a su vez les dieron 15 nietos y (hasta la fecha) 4 bisnietos.
   Me cuenta mi estimada colaboradora: “Mi mamá siempre fue persona de mucha sensibilidad social, muy humanitaria y solidaria con todos; en mi casa siempre había una amiga viviendo o pasando una temporada por tener necesidad de ello. Esa misma sensibilidad la llevó a vivir muchas experiencias memorables; por ejemplo, en los años 50 tuvo sus encontronazos con la policía por defender a sus estudiantes, cuando llegaban a reclutarlos a las escuelas (recuerde que Paraguaná era bastante rural en esos años, y se estilaba llevarse a los muchachos en edad de servir a la Patria); también cuando iba a visitar a algún amigo preso 'por cabeza caliente’ en Carirubana (durante la dictadura de general Marcos Evangelista Pérez Jiménez), o cuando, ya en los tardíos años 70, había huelgas estudiantiles: recuerdo que dejaba brincar la cerca del patio de la casa a los muchachos perseguidos por la policía. No se le quedaba callada a nadie, nunca perdía la compostura y no recuerdo haberle escuchado palabras soeces, pero las causas justas las defendía con firmeza y sin miedo”.
   Con el paso de los años, la Maestra Yoya se dedicó a sus alumnos, a las labores del hogar, a ser la compañera fiel de su esposo por más de 60 años y pilar fundamental de su familia, formando con amor, disciplina y rectitud a sus hijos y a todos los niños que necesitaran orientación para leer, escribir y formación en valores. “Mi mamá fue una mujer muy culta, leía de todo y era muy celosa con nuestra educación. No había excusa para no estudiar o faltar a clases”, me cuenta mi colaboradora y transcriptora Olaya.
    Pero todo tiene su tiempo bajo el sol. Doña Yoya, con 86 años recién cumplidos, cede a la hipertensión que la aquejó en los últimos años y fallece la madrugada del día de San José del año 2016, en su casa de habitación. Se va en paz esta excepcional mujer, llena de sabiduría y chispeante personalidad, rodeada del cariño y los cuidados de su familia, dejando un legado de amor y formación ciudadana.
    “¿Sabe, profesor Muñoz Freites? A los pocos días de partir mamá, mi papá continuaba muy desconsolado por su pérdida. Estaba en su habitación leyendo algo, y vio una palabra que le pareció extraña, mal escrita o algo así. Fue a buscar un diccionario, y al abrirlo en una página al azar –para buscar la palabra en cuestión- cayó un pedazo de papel, escrito por mi mamá hacía muchos años, que decía: ‘Napito, te quiero mucho’. Imagínese el impacto que nos ocasionó ese mensaje. Pensamos que ella sigue cerca de su casa y de la familia, y fue su manera de demostrarnos que su amor continúa con nosotros, donde quiera que esté, que la vida no es propiedad de la muerte, sino de los profundos sentimientos que le profesamos a nuestros seres queridos: que quien amó incondicionalmente, no desaparece para siempre”. 

martes, 14 de febrero de 2017

· ESTEBAN GONZÁLEZ ·

Me subí a la moto y me dirigí a la casa de Esteban José González; en 11 minutos llegué desde Jayana al frente de su vivienda. Eran las 10 am, estaba bastante fresca la mañana en Amuay -pintoresco poblado del municipio Los Taques-, toqué la puerta y me abrió una de sus hijas. Le pregunté por Esteban, amablemente me invitó a sentarme y le fue a llamar.
“Amigo Esteban hábleme de su vida”. “Profesor Muñoz Freites, yo nací en Amuay el 02-05-1940. A mi mamá la atendió la comadrona Asunción Sánchez, conocida por todos como ‘Chon’ Sánchez; vine al mundo en una casa de bahareque (barro con varas) en la calle 3 del pueblo. Mi padre fue Antonio José Marín Brett, de los Marín de Jayana, y de los Brett de Los Taques, él murió si mal no recuerdo en el año 1972 a los 68 años. Mi madre Juana Lucrecia González tenía 46 años cuando murió en el año 1962”.
“Soy lo que se llamaba antes un hijo natural; por esa razón mi apellido no es Marín sino González. Mis padres no eran casados, vivían juntos como mucha gente de aquel entonces, el padre de mis hermanos Felipe González e Hilario González Sánchez se llamaba Oliverio González. Me casé el 27-12-1969 en la iglesia de San José de Amuay con Elida Zavala, quien nació en este pueblo el 28-11-1949. Mis hijos son Esteban José, Edwin José, Egleida Josefina, Lucy Mercedes, Elesdy Josefina y Eric José, tengo 16 nietos y un bisnieto, Luis Eduardo”.
“Mi padre, Antonio José Marín, era comerciante y vendía maíz que traía de Mirimire en un camión de estacas, y se lo vendía a su hermano Eduardo Marín quien lo dispensaba en su bodega -La Bodega del Pueblo- a un bolívar el kilo. Mi madre Juana Lucrecia era lavandera y muchos amuayeros le traían la ropa a su casa. Las camisas las lavaba a 0,50 Bs y los pantalones a un bolívar. Mis abuelos fueron Salustiano ‘Tano’ Díaz y Estelita González”.
“Tano Díaz también tenía una bodega que se llamaba El Rincón, allí él vendía víveres, refrescos, alpargatas de suela de cuero y de goma, panela dulce, caraota, azúcar, arroz, aliños, verduras, chivo salado, lejía, jabón azul, caramelos y chupetas, los dulces punto rojo, las conservas de coco y de plátano, el dulce de leche de cabra, el litro de leche de cabra, las empanadas de cazón y raya, el pabilo, el hilo, el almidón, el mecate, el calmante para el dolor de cabeza y muela y la pastilla para la diarrea, el querosene por litro, ya que eran comunes los fogones y las cocinas que funcionaban con ese combustible. En casi todos los patios se veían colgados los pescados salados secándose al sol”.
      “En la bahía de Amuay se pescaba con chinchorro de hilo la lisa, el jurel, el pámpano, el pargo blanco y las sardinas. Se hacían corrales de alambre y madera y se les dejaba una sola puerta y por allí entraban las sardinas y se le cerraba la boca al corral eran criaderos. Los pescadores llevaban en los cayucos viveros con sardinas vivitas como carnada para la pesca del carite, el rey y la carachana. Ellos se iban al sitio por donde pasaban estos peces, los pescaban con nailon, plomada y anzuelo en la Bahía de Amuay, la Macolla y el Cujicito. Tiraban el anzuelo y donde picaba estaba el cardumen y en poco tiempo sacaban centenares de kilos”.
     "Una vez nos fuimos mar afuera en una lancha de 14 metros con motor central y no habíamos atrapado ni un pescado, y vimos una lancha que venía de la Macolla cargada, nos dirigimos hacia allá y en la orillita encontramos abundante pesca, y en 2 horas y media, 5 compañeros y mi persona pusimos la lancha Virgen del Valle de Ambrosio Marín -natural de Margarita- repleta de pescados. Como le dije, en todos los patios de las casas de Amuay se veían colgados, pescados salados secándose al sol. Estos pescados se los vendíamos a los dueños de los camiones de estacas que surtían los mercados de Coro, Barinas, Mérida, San Cristóbal, Maracaibo, Valencia, Maracay y Caracas".


jueves, 9 de febrero de 2017

· FABRICIO OJEDA (II) ·

Fabricio Ojeda se incorpora al Frente Guerrillero ‘José Antonio Páez’ de las FALN donde es nombrado Comandante. Desde esas montañas, mantiene correspondencia con los guerrilleros Douglas Bravo y Argimiro Gabaldón. Inicia una labor de clarificación política y se dirige por escrito a Juan de Dios Moncada Vidal, Pedro Medina Silva, Teodoro Molina Villegas y a los restantes miembros del Cuartel General de las FALN. Entra en abierta polémica con el buró político del Partido Comunista de Venezuela (PCV) sosteniendo un intercambio de acusaciones con Guillermo García Ponce.
Por su captura el gobierno ofrece 2.500 Bs. En los primeros días de abril del 1966 -junto a Douglas Bravo- inicia la reorganización de las FALN y la creación del Partido de la Revolución Venezolana (PRV) de tendencia marxista leninista. El 21, 22, y 23 se realiza el histórico pleno de cuadros con asistencia de unas treinta personas, incluyendo los representantes civiles y militares radicales, donde es nombrado Fabricio como Presidente del FLN- FALN con apoyo de los Frentes Guerrilleros de las Unidades Tácticas de Combate (UTC) urbanas y de los militantes del PCV. A consecuencia de esto, se inician agudas discusiones entre el PCV y los disidentes.

El día 17 de junio de 1966 sale publicado en Tribuna Popular, el vocero legal del PCV, un comunicado indicando que Fabricio Ojeda y Douglas Bravo son “traidores” y se encontraban en Caracas. Ese mismo día, Fabricio es detenido por el Servicio de Información de las Fuerzas Armadas (SIFA) en Playa Grande (actual estado Vargas), junto a su compañera Anayansi Jiménez, en casa de Mario Matute Bravo, un ex perezjimenista de quien era amigo, y a Tulio Dugarte. El martes 21 de julio, vocero del gobierno informan que fue hallado muerto en su celda por el guardia que le llevaba el desayuno. El ministro de Defensa de entonces, general Ramón Florencio Gómez, declara que somos los primeros en lamentar lo ocurrido.

No obstante a la versión oficial de su muerte, que según el gobierno de entonces fue causada por suicidio, sus familiares y compañeros de lucha insisten en que Ojeda fue en realidad asesinado por funcionarios del SIFA. Sus restos fueron exhumados el 15 de noviembre del 2012 por expertos de la Unidad Criminalística contra la Vulneración de los Derechos Fundamentales del Ministerio Público, institución que había solicitado el procedimiento luego de que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia aceptara un recurso de revisión que los fiscales introdujeron alegando inconsistencia en el expediente, el cual había sido archivado durante 46 años. El 23 de enero del 2017 sus restos fueron llevados al Panteón Nacional por decreto del Presidente Nicolás Maduro Moros

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