Son
ilusos quienes, sin previamente trazar el camino, se lanzan a cruzar el
desierto. La historia del conocimiento ha estado estrechamente vinculada al
método, el cual constituye la vía o camino para alcanzar un fin. Es imposible
el fenómeno del conocimiento teorético, el constructo de la teoría sin él; aún
más, unos de los requisitos básicos del saber científico es ser metódico.
Ahora
bien: ¿qué es la teoría? Es lo que se va a realizar; ¿qué es la práctica? Es la
realización de lo que se iba a realizar; y el vínculo estrecho entre las dos es
el método, ya que éste constituye la parte más práctica de la teoría, debido a
que con él ésta se construye y a la vez se evidencia.
Si
tomamos como punto de referencia al método para dividir la historia de las
culturas grecorromana y occidental; podemos establecer -claro, arbitrariamente-
dos periodos. En el primero domina el método Abstracto Deductivo y en el
segundo los métodos Inductivo Experimental e Histórico Dialéctico de las
ciencias fácticas y sociales; por supuesto, esto no quiere decir que el método
de las ciencias formales, en el segundo periodo histórico deje de tener peso y
presencia.
El método
Abstracto Deductivo nace en Egipto y Grecia; y es el orgón (instrumento de las
matemáticas, la lógica y la filosofía). Se caracteriza porque va de una verdad
universal a una particular; funciona en las demostraciones de teoremas como el
de Pitágoras, en las ecuaciones, el álgebra y en las inferencias de los
silogismos. Su piedra angular es la deducción, la cual es un procedimiento
lógico que se caracteriza por inferir de lo más general a lo particular.
Por
ejemplo: todos los corruptos de la sociedad burguesa merecen ser colgados de un
poste por los escrotos. El bachaquero corporativo burgués es un corrupto. En consecuencia,
el bachaquero corporativo burgués merece ser colgado de un poste por los
escrotos.
El método
Abstracto Deductivo mantuvo su hegemonía total hasta el Renacimiento siendo el
único válido hasta ese momento; pero al desarrollarse las ciencias fácticas
aparece una nueva metodología con Bacón, Hume, Copérnico, Galileo, Harvey,
Newton, Descartes, Kepler entre otros, basada en la observación y la
experimentación; recordemos aquí la famosa frase de: “Cerremos los volúmenes de
Aristóteles y leamos en el libro de la naturaleza”. Sin embargo, la unidad
dialéctica de contrarios estuvo y está presente en todos los procesos, y el
metodológico no podía ser una excepción. En el nuevo paradigma de ciencia, la
física mecánica de Newton, los fenómenos físicos se expresan a través de un
lenguaje matemático y deductivo.
El
novísimo procedimiento metodológico es el Inductivo Experimental, mejor
conocido por Método Científico, cuya piedra angular es la inducción, medio
lógico que se caracteriza porque va de lo particular a lo general, aunque sus
resultados se formulen en lenguaje matemático. La creación de este instrumento
ha permitido el desarrollo gigantesco de las ciencias y las técnicas que hoy
conocemos y aplicamos para beneficio del género humano.
Otro
hecho interesante, y de por sí extraño, es que, con el cerebro artificial, la
computadora, se pueden realizar sin ninguna dificultad procesos deductivos e
inductivos, analíticos y de síntesis en todas las direcciones posibles, e
inclusive manifestar en lenguaje binario cualquier cambio que se ejecute en la
naturaleza y la sociedad.
Permítasenos
aquí finalmente, aclarar que: analizar es descomponer el todo en sus elementos,
por ejemplo, análisis de sangre o análisis lógico y gramatical de la oración.
En el primer caso se descompone el fluido vital en glóbulos rojos, blancos,
linfa, plaquetas, entre otros, en el segundo caso se divide la oración en
sujeto, verbo, predicado y complementos, así como en las nueve partes de la
oración respectivamente. La operación contraria del análisis es la síntesis,
que consiste a partir de los elementos integrar el todo; por ejemplo, se unen
elementos X1, X2, X3, X4…y se forma
el conjunto “Xn”.
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