Este eminente cirujano
traumatólogo cubano llegó a Venezuela en el 2003 y se casó con una venezolana. Es
médico cooperante de la Misión Barrio Adentro, un eficiente profesional, soldado
incansable de bata blanca. El doctor Carlos -como lo conocen sus pacientes-
nació en Manzanillo, Granma, el 09-05-1975; ha puesto a caminar y ha corregido
numerosas fracturas de ciudadanos venezolanos y extranjeros (colombianos,
peruanos, ecuatorianos y de otras nacionalidades) de todas las edades, sin
preguntarles nunca si son partidarios del gobierno o de la oposición, si son de
izquierda o de derecha. Los accidentes de jóvenes motorizados son muy comunes
en Anzoátegui, y también, ya es rutina que este galeno opere a muchos de estos
muchachos con éxito.
Interviene quirúrgicamente
el doctor Vásquez un promedio de 25 personas por semana, y consulta otros 120 pacientes
entre los días lunes, miércoles y sábado. Desgraciadamente, en mi caso, las
placas se pegaron a los huesos de las muñecas, y mi cirugía tiene cierta
complejidad ya que soy hipertenso y alérgico; pero estoy seguro que este médico
especialista sabrá resolver los obstáculos, ya que será dirigido por Dios
Todopoderoso.
He investigado que en
otros países por operar las muñecas cobran 1500 dólares por cada una y 1500 por
la pierna, para un total de 4500 dólares, cantidad imposible de pagar por mí. Resalto
el hecho que gracias, al Gobierno nacional y al Convenio Cuba-Venezuela, por
estas operaciones no tengo que pagar nada. Sólo expresar mi eterna gratitud. La
medicina en la nación venezolana es totalmente gratuita.
Recuerdo que después
del accidente de tránsito, yo llegué a las manos del cirujano traumatólogo
Carlos Vásquez en silla de ruedas, desde el municipio Los Taques, Falcón, y me
puso a caminar, y luego, me intervino las muñecas de ambas manos; extrajo los
tornillos que fijaban las placas a los huesos, con la finalidad que pudiese
cerrar los puños; pero estas operaciones no lograron el objetivo, ya que las
placas de las manos y el clavo que tengo en la pierna deben ser extraídos.
Me explicaba el doctor
Vázquez, que cada vez que un paciente es operado, la funcionalidad del hueso o
la articulación afectada, (que va del 1 al 10), disminuye un grado, y tiene
necesariamente que ser recuperada con terapias. La última intervención
quirúrgica que me realizó fue del túnel carpiano, para mitigar los fuertes
dolores que me aquejaban y no me dejaban en paz, ni de día ni de noche. Sin
embargo, hasta ahora 25-08-2019, no me ha podido operar de nuevo porque se dañó
la planta eléctrica del CDI de Campo Claro, Barcelona y las dificultades
producto del bloqueo económico han impedido que sea sustituida. Junto conmigo,
numerosos pacientes esperamos que se resuelva el problema.
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