viernes, 2 de diciembre de 2016

· EL PESCADOR ·

Con motivo de la celebración el 14-03-2016 en toda Venezuela del Día del Pescador y la Pescadora Artesanal, tuve una amena conversación con Abdón Ramón Sánchez, mejor conocido por todos como “El Carite’’ por su habilidad para nadar, experimentado hombre de mar que nació en el poblado de Amuay el 18-09-1938.  
Cuenta Don Abdón: “Mi madre fue asistida por Candelaria Sira, ‘Candelarita’, quien para aquella época era la partera de este pueblo. Soy hijo de Próspero Sánchez y Josefa Sánchez, nieto de Marcela Sánchez (difuntos). Estudié en la Escuela Federal con la maestra Gloria Hurtado, hasta el 4° grado. Me casé en Los Taques (01-03-1960) con Teresita González, (natural de Amuay, 13-10-1943); de esta unión nacieron 10 hijos: Juan Eduardo (difunto), Lilia, Odaly, Marvi Luis, Abdón, Alirio, Diony, Enna Celina, Yesica y Yoely. Los padres de mi esposa se llamaban Juan Irene González y María Albertina Sánchez de González y sus abuelos fueron Aureliano Díaz, Estelita González, Benito Sánchez y Viviana Laguna, y su bisabuela Saturnina Sánchez”.
Relata este lobo de mar: “Soy pescador desde los diecisiete, pero me inicié en un cayuco a los ocho, pesqué durante 40 años, de la pesca artesanal salté a la pesca industrial de arrastre. Trabajé durante 10 años en un barco de arrastre llamado ‘Lía’, con un capitán de nombre Luis Díaz, pescábamos en el Golfo, muchas veces fuimos a Oriente a las costas de los estados Anzoátegui y Sucre, y a las Guayanas Inglesa y Holandesa”.
Dice Don Abdón: “La pesca artesanal con chinchorro y a plomo la realizábamos en La Puntica de Amuay, -donde hoy está el comando de la Guardia- y en El Playón; obteníamos jurel, lisa, carite, arenque, guaranaro, mero, chicharra, carachana blanca y negra, sardinas, roncador, pargo blanco, cojinúa, lenguado, tahalí y otros más, el pescado era abundante. ¿Sabe que cuando sopla vendaval desde el sur, es que va a llover fuerte y con viento?”.
“De niño me subía a los cayucos (pequeñas lanchas) para observar y aprender. En una oportunidad por los lados de El Playón, iba yo de asomado con mi primo Antonio Sánchez -‘Chicame’- en el cayuco de mi difunto tío Luis Ramón Sánchez, cuando de pronto mi primo dejó caer el ancla, y esta se incrustó en una mantarraya gigantesca. Recuerdo como si fuera ahorita que ese gran pez nos remolcó lentamente un largo trecho hasta que se soltó, no sentí miedo sino curiosidad. Esta historia la sabe todo el mundo en el pueblo”.
“En Amuay nunca se han visto tiburones, por eso las playas son seguras para que los turistas las disfruten y se bañen ya que estas costas no son profundas; el tiburón pequeño es el cazón y con él se elaboran las empanadas más sabrosas, pero hay que pescarlo mar adentro, también se come aquí el pescado frito con el funche. Hoy la gente trabaja en la playa es alquilando toldos y vendiendo comida y cerveza”.

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