viernes, 2 de diciembre de 2016

· LA ENMANTILLADA ·

Rosa Borges Prado llegó a Falcón hace más de 20 años; vive en Jayana, municipio Los Taques. Su norte está en la caridad y en hacer el bien. Participa del sincretismo de estas tierras paraguaneras, ya que tiene años desempeñándose como curandera, rezandera, yerbatera y eficiente bruja tabaquera, practica el espiritismo para ayudar a la gente, cura el mal de ojo y por esto no cobra, une parejas, quita la mavita, se sabe de memoria 100 oraciones siempre para ayudar, nunca para el mal.
Trabaja con todas las Cortes Espirituales: María Lionza, el Negro Felipe, el Cacique Guaicaipuro, la poderosa Corte Indígena, la Corte Chamarrera donde destacan: Doña Francisca Duarte, el Anima del Pica Pica, Don Nicanor Ochoa (“quien cura y mata en 24 horas”), las cortes de Libertadores, Médica, y la Africana, donde resaltan la Negra Francisca y la Negra Matea. En su portal también sobresalen Olofí, Changó, Llemeyá, Elegguá, Ogún, Ochún, Obatalá, la Pomba Gira, Santo Pesao, Clementina Pereira, la Diosa del Amor, Don Toribio Montañés; la corte Vikinga, la corte Malandra y por supuesto, las Ánimas de Guasare, entre muchas otras.
Doña Rosa nació en Barcelona, Anzoátegui, el 13-05-1958, hija de Rafael Ángel Borges y María Altagracia Prado, nieta de Celestina Romero (difunta). Sacó el 6º grado en el Grupo Escolar Juan Manuel Cajigal (1969) y el bachillerato en el Liceo Mercedes Pérez Freites (1975). Realizó cursos de Promotor Social, Dibujante Técnico, Lectura e Interpretación de Planos, Secretaria Ejecutiva y Zapatería. Viuda de César Augusto Duarte (02-10-1948 / 27-12-1999), madre de 5 hijos: Yenny, Yuleidy, Jhonathan, Yocelin y César. Tuvo 11 hermanos, José (difunto), Ligia, Antonio, Lourdes, Carmen (difunta), Gladis, Alida, Flor, Ada, Carlos y Ángel y tiene 15 nietos y 3 bisnietos.
Relata: “Mi primer empleo fue en el Concejo Municipal en 1970,  trabajé en una fábrica de zapatos, en una fábrica de persianas, toldos y puertas como Jefe de Cobranza; tuve una venta de comida en el mercado, fui secretaria en FOPE (Fomento y Obras Públicas del Estado, 1990-1994), en la Constructora Calina (1995) y en la Asamblea Legislativa; luego me separé de mi marido y emigré al estado Falcón”.
Cuenta Rosa que cuando vino al mundo, su padre estaba desempleado y apenas conseguía lo mínimo, y su mamá no tenía pañales, ni ropa de bebé con qué sacarla del Hospital Luis Razetti. Una enfermera le regaló a su progenitora un centro de cama para que la cobijara y la llevara a la casa.
    Cuando llegaron, su mamá se llevó una sorpresa, ya que en la sala estaban 10 canastillas que habían traído unas señoras a quien ella les lavaba y planchaba. Al rato, entró su padre muy feliz, porque había conseguido empleo en el MAC (Ministerio de Agricultura y Cría). Una señora, de nombre Rosa Rodríguez, comentó: “¡Dios mío, esta niña sí tiene suerte!” Su madre le contestó: “Muy cierto, nació un martes 13, enmantillada y de pie”.

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