viernes, 2 de diciembre de 2016

· RELATOS CORTOS ·

El 30-04-2016 en una crónica mencioné al recordado Cronista de Judibana, Juan Toro Martínez, quien llegó el 20-08-1956 a estas tierras paraguaneras. Muchas personas del municipio Los Taques me solicitaron que escribiese de nuevo sobre este personaje notable, caraqueño de nacimiento pero paraguanero de adopción y corazón, quien relató en 1975 con breves crónicas la historia de la refinería petrolera en un primer libro titulado “Amuay, 25 años de Historia de una Refinería”, prologado por Monseñor Francisco José Iturriza Guillén, Obispo de Coro, nacido el 21-05-1903 en Valencia y fallecido en Santa Ana de Coro el 14-01-2013. 
El cronista Toro Martínez, 15 años después de publicado el primer libro, publica “Amuay 40” en 1990, una edición ampliada del primero. He decido sacar de esta obra unos relatos dignos de recordar. Este texto me lo obsequió Felipe Antonio Cuauro González, natural de Amuay (26-04-1961), que a su vez lo obtuvo de un trabajador cuyo nombre no recuerda. Este meritorio libro de crónicas fue una publicación especial, aumentada, actualizada de la anterior y editada por la Refinería de Amuay de Lagoven, S.A., filial de PDVSA, con motivo de su cuadragésimo aniversario y en reconocimiento a los trabajadores y empleados que con esfuerzo y dedicación contribuyeron a forjar este complejo petrolero, así como también a la Ciudad Jardín de Judibana.
Como se lee, esta meritoria obra de distribución gratuita fue actualizada y aumentada en diciembre de 1990 e impresa por Refolit, C.A. en Caracas, con diseño gráfico de María Eugenia Wallis, fotografías de Darío Liberatore, Piero Liberatore, José Manuel Aldama, José Voglar, Rómulo Zabala, Mirna Chacín y Archivo Lagoven. “Amuay 40” fue dedicado, y cito: “A la gente que trabaja y que convive en la península de Paraguaná, y más propiamente a la que se afana y contribuye con el desarrollo de este importante centro de refinación petrolera. El acontecimiento industrial de esta refinería data del 7-05-1946, fecha cuando se inician los trabajos de su instalación. Esta primera fase va a determinar en la puesta en marcha de sus operaciones, y ello ocurre el 3-01-1950, cuando Amuay refina en sus logros iniciales la cantidad de 50 mil barriles diarios”. 
“Desde 1946, cuando se hicieron las exploraciones, mediciones y proyecciones, la península ha sido asiento del colosal complejo de la Refinería de Amuay”. “Su primer gerente fue Jack Polk”. “El primer trabajador que se empleó fue Carlos Ocando Lugo el 7-05-1946, su ficha era la N° 001”. “El promedio de salario era de 102 bolívares semanales”. “Los primeros barriles de agua que se transportaron a Amuay para consumo de las cuadrillas de hombres que construían las instalaciones de la refinería, procedían de una veta de El Taparo. Este hallazgo se debió a la tenacidad del doctor Tomás Marval Zárraga, director de Obras Públicas del estado Falcón. También se transportaba agua en los barcos que venían del norte. Los trabajadores se afanaban en Siburúa en procura de pozos, manantiales y vertientes. Al fin brotó un gran chorro de agua”.
“El primer jubilado de la Refinería de Amuay (1-05-1956) fue Emilio Dawson y la primera mujer Clara Brett, quien comenzó a laborar el 12-05-1947 y fue jubilada el 1-02-1968. La primera persona que nació en el pabellón de maternidad de la refinería en 1950 fue un niño que pesó casi cinco kilos, hijo de Aída de Carnevali, cajera de la casa de abastos”. “Ignacio Escobar, quien presidió en 1975 la Asamblea Legislativa de Falcón, trabajó en la Sección de Contabilidad en 1949, y becado por la empresa petrolera se graduó de farmacéutico. Un autobusito lo buscaba todo los días a las 6 am a la plaza Bolívar de Los Taques, donde nació en 1925”.
“El Contraalmirante Wolfgang Larrazábal Ugueto, Presidente de la Junta de Gobierno, visitó las oficinas la refinería el 12-07-1958. Le acompañaba Jesús Sierralta Osorio, Gobernador de Falcón”.

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