No solo se hace huella
con las acciones en el acontecer de un pueblo, sino también con la magia de la
poesía. Es el caso de Iraida Antonia Gómez de Díaz, poetisa de la 3ª edad
nacida en Los Taques el 13-06-1936, en El Calvario, sector Nueva Escocia, en la
casita de su mamá “que se cayó”. Relata Doña Iraida que es sobrina de la
portentosa y recordada poetisa y escritora María Díaz Borges, y prima hermana
del eterno cronista Ramiro Jesús “Chucho” Díaz, nacido el 23 de mayo de 1938,
orgullos de las letras taquenses y de todos los que queremos estas tierras.
Hija de José Isabel Gómez “Chavelo” y Nicolasa Díaz de Gómez, nieta de
Justiniano Díaz Rodríguez e Hilaria Borges de Díaz, fallecidos.
Afirma que estudió del 1º al 4º grado en Los Taques, en la
Escuela Federal N° 254, con la recordada maestra Petra Ramona Irausquín de
Falcón, la maestra “Nona”, en una casa particular que ya no existe; y el 6°
grado en el Grupo Escolar Carlos Delgado Chalbaud en Punto Fijo. El bachillerato
se estudiaba en Coro o en Valencia, no pudo cursarlo porque sus padres eran muy
pobres.
Cuenta Doña Iraida que se casó con Pedro Pablo Díaz en 1952,
quien era vigilante del depósito de agua y murió con las botas puestas en su
empleo, cumpliendo con su deber. “Él fue muy querido y respetado por todos. Nuestra
hija mayor, Corina, nació en el año 1953”.
Su mayor proeza, después que la fatalidad la hizo quedar viuda
en 1967, fue “sacar adelante sola a sus 12 hijos, sus mayores tesoros: Corina,
Yudith, Daisy, Idis, Pedro Pablo, Emil, Renny, Iraida, Hilario, Zulma, Mayra y
Harold”; tiene “38 nietos y 28 bisnietos”. Crió a sus hijos con afecto,
rectitud y respeto para que fueran mujeres y hombres de bien, con su trabajo
honesto y enaltecedor: lavando, planchando y haciendo empanadas que sus retoños
salían a vender en una olla por las calles de Los Taques.
Desde 1968 trabajó como escribiente en la Prefectura del
Municipio, luego fue enfermera auxiliar, realizó vacaciones y suplencias. Su
hermana Aura Gómez de Bermúdez era la enfermera jefe. Doña Iraida recuerda a
los doctores Cuba y Encinoza -dice ella- “que consultaban y vacunaban en casas
alquiladas alrededor de la plaza Bolívar, ya que para aquellos tiempos no se
había construido el Ambulatorio”.
La fe en Cristo la acercó a la iglesia católica en el año 2004,
pertenece al Apostolado de Oración de la Iglesia de Los Taques. Es una devota
cristiana, recuerda a los padres Rubén Fernández, Bedoya, Jairo Romero y es tía
del actual sacerdote Ernesto Fidel González Díaz. Le otorgaron la condecoración
Orden Cruz de Mayo por Honor al Mérito el pasado 3 de mayo, al lado de otros
abuelos del municipio.
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