Heródoto, Tucídides y Cesar no hablaban
más que de guerras, Tito Livio de política; fue Plutarco quien caracterizaba a
los héroes y a los pueblos con una simple frase y los pintaba con un donaire
inimitable. Jesús “Chucho” Díaz, Virgilio Arteaga Hernández, Rafael González Estaba
(fallecidos) y Guillermo de León Calles, eternos cronistas de Paraguaná, sus
estilos, sin ánimo de establecer comparaciones del todo ilógicas, se asemejan
al de éste último historiador, con la diferencia de que ellos se deshicieron de
la carga retórica.
En realidad, lo que más nos impresiona de sus
Crónicas es la maestría y originalidad con que logran reconstruir el pasado
local de cada pueblo con la rigurosidad del método historiográfico. Por otra
parte, cada vez que leemos sus escritos, nos da la sensación de estar en una
caterva filosófica dieciochesca, ya que como portavoces de cultura y sabiduría,
¡con qué facilidad, y a la vez con qué propiedad hablan de prosapia, filosofía,
política, sociología, sicología, historia y arte, entre otros temas, a través
de la impronta de sus estilográficas!
En ellos, el aforismo: “El hombre y la mujer que
leen valen más” se evidenciará siempre, son un producto de sí mismos, o mejor
aún, del más incondicional amigo: el libro. Sus cualidades más importantes:
sencillez y humildad, brillarán perpetuamente; ellos son de los pocos que han
comprendido que el lenguaje de la verdad es humilde, sencillo y sincero.
Mientras más se sabe, más modesto se debe ser, y esta es su mejor cátedra, a
diferencia de muchos pedantes que andan por estos mundos presumiendo de sus
doctas ignorancias, de sus prodigiosos amores propios; ególatras llenos de
orgullo diabólico.
El buen relato del acontecer histórico de una
ciudad o de una región, implica una práctica de investigación acuciosa y seria,
y ellos a través de la palabra escrita lo explicitan. Pensamos que el acaecer
humano no es espontáneo, claro sin negar para nada la libertad individual. Pero
entonces, ¿el hombre está sujeto a una ley ciega, que no le permite intervenir
en su propio destino? No: el conocimiento de las leyes del desenvolvimiento
social e histórico admite prever en lo general las necesidades de la sociedad y
actuar de acuerdo con ellas. No es posible librarse de la acción de las leyes
sociales y económicas; ya que el conocimiento de ellas accede al progreso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sus comentarios son importantes para el autor. Por favor, utilice un lenguaje cortés y respetuoso al dejarnos saber su opinión acerca de lo publicado.