viernes, 18 de noviembre de 2016

· EL TROVADOR ·

Lo más preciado que tiene el ser humano es la vida, porque solamente se le otorga una vez, de manera que tiene que vivirla de tal forma que cuando llegue al final de sus días se sienta satisfecho de haberla vivido. Alí Rafael Primera Rossell, quien pensaba como actuaba y actuaba como pensaba, se sintió siempre satisfecho de existir, ya que tuvo por norte la lucha constante por el bienestar del pueblo. Fue un trovador  popular; pero además un vitalista: amante de la vida y enemigo acérrimo de la muerte, de profundo espíritu justiciero, de ideas y prácticas políticas de izquierda, que según todas las personas que lo conocieron, temblaba de indignación cada vez que se cometía una injusticia en cualquier parte del planeta. Falconiano de pura cepa, cantor, músico, compositor y poeta. Su canto es patrimonio cultural de Venezuela.     
El 31 de octubre pasado se cumplieron 73 años de su natalicio. Dijo su madre: “Cuando Alí nació fue una emoción muy grande. Nació justo a las 12 de la noche. Pesó 4 kilos y medio”. Según la copia de la partida de nacimiento que su viuda Sol Musset de Primera entregó al Centro de Investigaciones Socioculturales del Instituto de Cultura del Estado Falcón (INCUDEF), vino al mundo en la Maternidad Oscar María Chapman, el 31-10-1941, en la ciudad de Santa Ana de Coro, en una casa entre la calle Falcón y la calle Colón en donde se ubicaría posteriormente la Secretaría de Educación del Estado Falcón. Como hecho curioso, en este documento aparece registrado con el nombre de Ely Rafael. Surgen dos hipótesis: hubo un error de transcripción de la persona que copió la partida o fue presentado y bautizado como Ely Rafael; pero llamado por su entorno familiar Alí, y así se le conoció a lo largo de su existencia, y además este fue su nombre artístico. Fueron sus padres Antonio Isidro Primera y Carmen Adela Rossell de Primera, oriundos  ambos de la península de Paraguaná.

Su padre fue policía y muere a manos de un preso el 05-08-1944 durante el intento de fuga de unos prisioneros en la Cárcel de Coro, donde funcionaría más tarde el Ateneo de esta ciudad. Luego de la muerte de su papá, él con su mamá y sus hermanos se residenciaron en Paraguaná, donde después de un periplo por San José de Cocodite, Caja de Agua y Las Piedras, finalmente se domicilian en la localidad La Vela -que hoy se llama Sector “Alí Primera”- en el Municipio Los Taques.

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